Cee busca un cadáver desaparecido

GALICIA

Un juzgado de Corcubión investiga lo sucedido con los restos de Crisanto López, cuyo nicho apareció vacío cuando fue abierto para realizar una prueba de ADN

24 nov 2009 . Actualizado a las 19:39 h.

Una millonaria herencia, tres hijas desoladas, un cuarto que reclama ser reconocido como tal, un cementerio, un nicho vacío y un cadáver desaparecido. Son los ingredientes que se han unido en una historia que mantiene conmocionados a los habitantes de Cee desde el pasado viernes. Esta localidad de la Costa da Morte se pregunta qué pasó con los restos de Crisanto López, que todos pensaban que descansaban en una tumba del cementerio de Toba que apareció vacía. La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Corcubión, Carmen Veiras Suárez, ya ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido.

Y es que lo que tenía que ser una exhumación más de un cadáver para obtener unas pruebas de ADN se ha convertido en todo un misterio.

Crisanto López era un conocido empresario maderero de Cee que falleció hace dos años. Su millonaria herencia tocaba repartirla entre su esposa y sus tres hijas (Carmen, Angelina y Rosa). Pero tras su muerte apareció Enrique Caamaño Vidal, taxista de 52 años, que reclama una parte alegando ser descendiente del difunto.

Litigio por una herencia

Se inició entonces un litigio en el que la jueza decretó que el pasado viernes se exhumara el cadáver de Crisanto para obtener muestras óseas y dentales que permitieran determinar si su ADN coincidía con el de Enrique Caamaño.

El día marcado, el secretario judicial, un agente, varios abogados y un médico forense se personaron en el cementerio ceense para participar en la exhumación y en la obtención de muestras. Dos operarios retiraban la lápida en la que figuraba el nombre de Crisanto López cuando un sudor frío recorrió el cuerpo de los allí presentes. El muro posterior estaba roto y dentro del nicho no había ni cadáver ni ataúd. Así lo recoge al acta judicial, que señala que solo se hallaron restos secos de un ramo de flores.

Nadie se explica lo sucedido y las cábalas se multiplican en Cee. ¿Dónde están los restos de Crisanto? ¿Por qué no se encontraban en su nicho? ¿Quién rompió el muro posterior a la lápida? ¿Para qué? ¿Quién movió el cadáver?

El caso es que nadie parece encontrar soluciones. Desde el despacho de Antonio Platas, que representa a Enrique Caamaño, se anuncia una posible querella criminal: «Nosotros nos sumaremos a las decisiones que adopten la Fiscalía y la jueza. Está claro que si falta un cadáver habrá que investigar qué sucedió y actuar en consecuencia cuando se conozcan todos los detalles».

Las hijas buscan repuestas

Por parte de las hijas de Crisanto también se han dado ya los primeros pasos en busca de luz para esta escabrosa historia. El mismo viernes denunciaron en el cuartelillo de la Guardia Civil la desaparición del cadáver y de la caja.

Ayer, Roberto Gayoso, abogado de una de ellas, Angelina, habló en su nombre. «La familia está desolada. Las hijas son las primeras interesadas en que se descubra qué sucedió y por qué no estaban los restos de su padre en la tumba. Es una situación muy desagradable la que están viviendo estas personas y quieren que todo se aclare cuanto antes», subraya el letrado.

Por el momento, no hay pistas y la Guardia Civil investiga lo sucedido. Incluso el cura de la localidad, Manuel Vázquez, no puede evitar abordar el asunto con sorpresa: «Los que se llevaron el féretro no dejaron rastro».