Hasta quince Estados de la UE gastan más dinero que España en políticas de protección a la familia
24 nov 2009 . Actualizado a las 10:14 h.Es un axioma casi inquebrantable: allí donde se articulan políticas de protección a la familia, la natalidad es más elevada. Los datos de Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, así lo atestiguan. Países como Luxemburgo, Dinamarca, Irlanda, Suecia o Francia mantienen desde hace años programas de ayuda que han permitido contener parcialmente una crisis demográfica que asola Europa al completo. España, y por extensión Galicia, no sale excesivamente bien parada en la comparativa, pues hasta quince estados destinan más dinero per cápita al estímulo de la natalidad. De hecho, húngaros, chipriotas y eslovenos reciben hoy en día más ayudas que los gallegos por tener hijos.
Las cifras que maneja Eurostat revelan que España destina unos 286 euros de media por persona al año a políticas de protección a la familia, muy lejos de Luxemburgo (2.228 euros), Dinamarca (1.100), Irlanda (864) o Suecia (863), países cuya tasa de natalidad está entre cuatro y cinco décimas por encima de la española -ver gráfico adjunto-, todo un abismo en esto de la demografía.
Los expertos llevan años reclamando a los distintos Gobiernos, tanto central como autonómico, medidas concretas para frenar la crisis demográfica. Y es en este punto en el que surgen divergencias con la estrategia seguida hasta la fecha. La medida estrella del Ejecutivo central para incentivar la natalidad es la ayuda de 2.500 euros por hijo, un subsidio que se puede completar con deducciones fiscales y otras ayudas más modestas, algunas de ámbito estatal y otras autonómicas e incluso municipales. Sin embargo, en los últimos tiempos han surgido voces que reclaman una red de protección social en lugar de subvenciones directas a las familias.
Red de servicios públicos
«Todo o mundo pode entender -explica el demógrafo Manuel Blanco Desar- que se alguén se anima a ter fillos para cobrar 5.000 ou 6.000 euros difícilmente vai ser un bo pai. O que hai que facer é que todos aqueles que se animen voluntariamente a ter fillos poidan ter facilidades. E para iso precisas dunha rede de servizos públicos que podes financiar con recursos públicos e tamén privados».
Es en este punto en el que aparecen las verdaderas lagunas del sistema gallego. La comunidad solo tiene actualmente una plaza de guardería por cada tres niños, en concreto, dispone de 11.000 plazas públicas y unas 8.000 privadas para un contingente de unos 60.000 niños de entre 0 y 3 años.
Las dificultades para conciliar vida familiar y laboral son otra de las carencias sobre la que han llamado la atención los demógrafos. También la propia UE, que en un reciente informe sobre el envejecimiento de la población europea reclamó a todos los Estados miembros que activen políticas orientadas a afrontar tres objetivos: reducir la desigualdad de oportunidades entre ciudadanos con o sin hijos; ofrecer un acceso universal a los servicios de cuidado de niños, y ordenar el tiempo de los trabajadores para que puedan conciliar.