En la Guerra Civil española enviudaron miles de mujeres. Muy pocas en Galicia pueden contarlo hoy, con los años que han pasado. Dolores Lamelas Crespo, nacida en Montederramo, sí que puede. Con cierta dificultad, dadas las circunstancias, pero puede. Su marido falleció en la contienda cuando ella tenía 35 años, así que a las dificultades de una época ya de por sí dura y difícil se unieron las propias circunstancias personales.
Tal vez recuerde ahora alguno de aquellos episodios. Desde hace tres años habita en la residencia del centro Os Gozos, en Pereiro de Aguiar, Ourense. Dentro de unos días, el 1 de octubre, celebrarán su cumpleaños. Será el día de la fiesta, porque su efeméride real acaba de producirse. Fue el 22, el pasado martes. Casi, casi, como su compañera de instalaciones, Amelia Prieto, que ayer celebraba los 102. Ya es casualidad tener a dos centenarias juntas, pero mucho más lo era el año pasado, que había cuatro más. Amelia es de Parada de Sil, vivió en Cuba y también enviudó.
Cuenta la directora del centro que Dolores tuvo cinco hijos, que emigró a Barcelona en sus años más mozos. Que está «bien, para la edad que tiene», aunque oye y ve con ciertos problemas. «Hay que gritarle al oído», añade, y entonces, sí.