Malestar en el BNG por el fichaje de Anxo Quintana por la cadena Cope

GALICIA

Será tertuliano en el programa de las mañanas.

25 sep 2009 . Actualizado a las 12:27 h.

La incorporación de Anxo Quintana como tertuliano a las mañanas de la Cope ha generado un profundo malestar en la cúpula del Bloque Nacionalista Galego (BNG), fundamentalmente en la Unión do Povo Galego (UPG), partido mayoritario en la organización frentista y que mantiene un divorcio con el ex vicepresidente que se ha agudizado desde la derrota electoral del pasado 1 de marzo. Sectores de la dirección nacionalista, e incluso algunos próximos al quintanismo, han expresado su malestar y su desconcierto por un fichaje que plantea, a su juicio, problemas éticos. La cúpula entiende que en los últimos años esta cadena de radio ha liderado una campaña extremadamente hostil contra los nacionalismos periféricos.

Pero la incorporación del ex vicepresidente a la cadena como colaborador también es mal vista por la dirección porque confirma, según fuentes consultadas, que Quintana no tiene ninguna intención de marcharse de la política pese a la derrota en las pasadas elecciones autonómicas del 1 de marzo.

El actual diputado del BNG, que anunció su incorporación a la Cope en su página personal de Facebook , asumió a comienzos del pasado verano la presidencia del Instituto Galego de Estudos Europeos e Autonómicos (IGEA), con sede en A Coruña, un foro que pretende abordar temas de actualidad. Fuentes consultadas en la dirección nacionalista temen que, al igual que hace Aznar desde la FAES, el ex vicepresidente utilice este instituto para influir públicamente en asuntos políticos y competir con las otras voces autorizadas en el Bloque: Carlos Aymerich, el portavoz parlamentario, y Guillerme Vázquez, el portavoz nacional.

Sectores de la UPG y otros militantes nacionalistas ven en el fichaje de Quintana como tertuliano de la Cope la confirmación de que, en realidad, el ex vicepresidente busca una «dereitización» del nacionalismo -algo que miembros de la U ya señalaron en su etapa al frente de la Xunta- para pescar votos en el granero del PP como fórmula para atraer a otros sectores sociales al proyecto del Bloque. Esa estrategia, según la formación que lidera Francisco Rodríguez, supondría el fin del modelo frentista para convertir el BNG en un partido único.

El divorcio del ex vicepresidente con la dirección nacionalista quedó de manifiesto esta misma semana. En la última ejecutiva del BNG, Francisco Rodríguez, líder de la UPG, reprochó a Carlos Aymerich -portavoz parlamentario y hombre de confianza de Quintana- que hubiese antepuesto en sus negociaciones con el PSOE la consecución de un coche oficial para el ex vicepresidente a un puesto del Bloque en el Consello de Contas. Sectores de la dirección nacional del Bloque temen que el ex vicepresidente esté aguardando unos malos resultados en las próximas municipales para asomar de nuevo la cabeza.

Voces críticas

Las críticas a Quintana no solo provienen de la UPG. Encontro Irmandiño, liderado por Beiras, ve en la figura del ex vicepresidente el fracaso de un proyecto. Y en Máis BNG, corriente teóricamente quintanista, empiezan a surgir también voces que cuestionan su proceder.