Investigan la muerte del joven aparecido en una zanja en A Coruña al saberse que falleció por ahogamiento

A CORUÑA CIUDAD

19 ago 2009 . Actualizado a las 02:11 h.

Las circunstancias que rodearon el hallazgo del cuerpo sin vida de un joven el pasado viernes en una zanja de las obras de la tercera ronda, en las cercanías del poblado coruñés de Penamoa, invitaban a pensar que la muerte había sido accidental.

El caso estaba a punto de cerrarse hasta que los resultados de la autopsia dieron un vuelco a la investigación. Los forenses dictaminaron que el fallecimiento se produjo por ahogamiento y no por un golpe (el joven apareció con la cabeza dentro de un pequeño charco). Además, presentaba numerosos golpes que, en un principio, se pensó que eran debidos a la caída, lo que impide descartar el homicidio. «No podemos descartar nada, desde la muerte accidental a la violenta», afirmaban ayer fuentes judiciales.

La cercanía del poblado chabolista de Penamoa, el principal punto de venta de droga de la ciudad, alimenta las hipótesis. No sería la primera vez que los traficantes cogen el cuerpo de un joven que murió por sobredosis en el interior de la chabola y lo arrojan en las cercanías -los vendedores obligan a los toxicómanos a consumir en el interior de los chamizos para evitar que la policía los detenga saliendo del poblado y logren sacarles quién les vendió la droga-. La policía no descarta esta posibilidad.

Si la autopsia revela que la causa de la muerte fue por ahogamiento y su cuerpo apareció en un charco, pudieran haberlo arrojado allí creyéndolo muerto cuando no lo estaba. «Pero es solo una hipótesis», afirman desde la policía, que insiste en que por el momento son solo elucubraciones y que la investigación bien pudiera volver a sus orígenes y descubrir finalmente que todo se debió a un accidente.

El fallecido tenía problemas con las drogas y había acudido al poblado con la furgoneta del trabajo. La aparcó a escasos metros del lugar en el que apareció su cuerpo.

Las características del lugar en el que se halló el cadáver, entre andamios y de difícil acceso llena todavía más de incógnitas el caso.

El joven fallecido en estas extrañas circunstancias era muy conocido al ser la única persona que logró fugarse en el año 1997 de la vieja cárcel de A Coruña..