Latas de cerveza en una de las zódiacs y «fuga» en bañador

GALICIA

14 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La alarma que generó entre los bañistas la presencia de tres zódiacs circulando a elevada velocidad cerca de la playa de Samil provocó la inmediata presencia en el arenal de varios agentes locales. De inmediato hicieron señas a los militares de la OTAN para que abandonaran el lugar y, al no conseguirlo, intentaron identificarlos.

La operación no fue sencilla ya que los soldados de tres países europeos idearon una estratagema para burlar a los policías municipales. Llevaron sus zódiacs a un extremo de la playa para bajarse la mayoría de ellos en bañador y confundirse entre los miles de bañistas. El resto separaron las zódiacs del arenal al objeto de fondearlas y llegar nadando a la playa para reunirse con sus compañeros.

Sin embargo, los agentes se percataron de la maniobra, según relató uno de ellos, y decidieron tomar la iniciativa. Usando como medio una embarcación de Protección Civil se acercaron con rapidez a las lanchas militares evitando así su dispersión por la playa. La impresión de los policías de que estos soldados habían consumido alcohol se vio confirmada por la presencia de abundantes bebidas en una de las zódiacs. En todo caso, es imposible confirmarlo fehacientemente ya que no hubo control de alcoholemia.

Los agentes estuvieron en contacto con sus mandos, y estos con el alcalde de Vigo. Según confirmó el propio Abel Caballero, los militares no mostraron intención alguna de seguir las indicaciones de los policías a fin de que abandonaran con rapidez la zona reservada para el baño. Ante esto, desde el Concello se pusieron en contacto con los oficiales responsables de la flotilla, pero el tiempo pasaba y los soldados seguían allí. Por ello el alcalde solicitó la intervención de la Guardia Civil del Mar, cuya patrullera se hallaba en otra ría pero que inmediatamente puso proa hacia Samil.

A partir de ese momento el incidente entró en vía de solución, ya que la presencia de los agentes estatales convenció a los militares europeos de que lo más conveniente era abandonar el lugar una vez identificados.

Caballero no quiso ayer cargar las tintas, pero reconoció la importancia de un incidente del que no se recuerdan precedentes en Vigo. «No pasó nada, pero pudo pasar. Crearon una situación de riesgo innecesario circulando a cierta velocidad por una zona acotada con boyas para los bañistas a bordo de lanchas dotadas de hélices».

En ningún momento el Concello se planteó imponer sanción alguna por lo ocurrido. «Solo queremos que no vuelva a pasar», recalcó el regidor.