Ni demasiados, ni demasiado pocos. Esa es la impresión que tiene la Xunta sobre el número de establecimientos de turismo rural que existen en Galicia, pese a que la mayor parte de los empresarios del ramo consideran que la oferta de plazas se ha disparado muy por encima del número de clientes. Sin embargo, tras unos años en los que las ayudas públicas para la apertura de nuevos negocios habían quedado congeladas, la actual Administración autonómica está preparando al menos dos órdenes para librar subvenciones destinadas a estimular el sector.
Según fuentes de la Consellería de Cultura e Turismo, estas órdenes están destinadas al fomento del turismo en el medio rural, para la creación de actividades complementarias en un caso y para la apertura de nuevos negocios o la ampliación y mejora de los existentes, en el otro. Estas dos iniciativas estarán dotadas con unos 6,5 millones de euros y entrarán en vigor próximamemente.
La recuperación de las ayudas públicas para reactivar el turismo rural define la posición de la Xunta sobre la cuestión de si el mercado está ya saturado y si hay en tal caso margen de crecimiento para el turismo rural: «Existe unha gran marxe de crecemento, por iso o desafío que prantexamos ao sector é un salto cualitativo, con resultados cuantitativos en ingresos por día, porcentaxe de ocupación e estancia media dos turistas rurais. E este cambio está no propio concepto», explica la secretaria xeral de Turismo, Carmen Pardo. El departamento considera que el cambio tiene que afectar a la propia definición del negocio: «Temos que deixar de falar de turismo rural para empezar a facelo de turismo no medio rural».
La nueva mirada hacia el sector que propone Turismo radica básicamente en un enriquecimiento de la oferta: «O que aínda nos falta, tal como manifestan os turistas que nos visitan, é oferta complementaria que xustifique o pasar un número de días que a súa vez xustifique a viaxe a Galicia; así o termalismo, o turismo cinexético, o de deporte e aventura, o enoturismo e un largo etcétera con potencial en diferentes localizacións son o complemento ao turismo rural», explica la secretaria xeral.
Discrepancias
En general, el sector también entiende que la implementación de las actividades complementarias es esencial para la supervivencia de los 575 establecimientos que la Xunta tiene registrados como operativos y que ofertan a su vez 6.870 plazas. Otra cosa es que esos empresarios vean con buenos ojos la apertura de nuevos negocios, especialmente después de constatar durante los primeros meses de este año índices de ocupación del 12,3%.
En cualquier caso, las ayudas que prepara Turismo tienen ya presupuesto. Una primera línea estará dotada con 2.680.955 euros y estará destinada a empresas para el desarrollo de actividades turísticas complementarias en el medio rural, con la posibilidad de recibir hasta el 40% de la inversión. La otra orden, dotada con 3.842.985 euros, divididos en dos anualidades, irá directamente dirigida a la creación y mejora de establecimientos «baseados en proxectos singulares», según la Dirección Xeral de Turismo, y también con la posibilidad de alcanzar un 40% de cobertura en la inversión.