El presidente de la Confederación do Miño-Sil alerta de la gravedad del problema
17 jun 2009 . Actualizado a las 02:45 h.Una gran cantidad de alisos (en gallego denominados ameneiros) de las provincias de Lugo, Ourense y Pontevedra enferman y se secan, probablemente como consecuencia de un hongo. Lo dijo ayer en Lugo el presidente de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares, que reconoció que no tiene datos de A Coruña, porque en esta provincia apenas tiene competencias el organismo que preside. Existen, aseguró Fernández Liñares, investigaciones en marcha, pero, de momento, la confederación ha comprobado que numerosos ejemplares de dicha especie se secan en las orillas de los ríos y muchos de ellos acaban en los cauces.
El presidente de la Confederación Hidrográfica do Miño señaló que el mal que afecta a los ameneiros crea distintos tipos de problemas. Uno de ellos es la propia desaparición de numerosos ejemplares de esta especie que suele crecer en las riberas de los ríos. Otro, que los árboles secos constituyen un riesgo, porque en su caída pueden alcanzar a pescadores, usuarios de zonas verdes, labradores, etcétera. Y apuntó otro problema más: los numerosos árboles caídos en los cauces pueden llegar a crear dificultades en caso de crecidas. Francisco Fernández Liñares reconoció ayer en Lugo que aún no está determinada la causa que hace que los ameneiros se sequen «de xeito masivo», pero, según parece, los expertos tienden a considerar que se trata de un hongo.
Extensión
Aseguró que el citado problema ha sido detectado en todas las provincias gallegas, si bien él, por el ámbito competencial del organismo que preside, habló de las de Lugo, Ourense y Pontevedra.
Destacó como curiosidad que el mal, sea el que sea, no afecta a los abedules. Apuntó que ha mantenido contactos tanto con Medio Ambiente como con alguna investigadora universitaria con el fin de tratar de aclarar a qué se debe realmente que se sequen los alisos. Mostró su preocupación por el alcance del problema e indicó que puede ser grave.
El lucense Francisco Fernández Liñares dio a conocer ayer las obras que ejecutará el organismo que preside en la provincia a cargo del Plan E. Alguna de ellas está precisamente destinada a retirar árboles caídos en los cauces, como es el caso del Miño en Rábade. La confederación señala en este caso que, si no se procede a la retirada, podrían sufrir daños las fincas colindantes en caso de producirse inundaciones.
También se refirió a las medidas que no tardarán en aplicarse para el control del consumo de agua en pozos y otras concesiones. A este respecto cabe señalar que la confederación aprobó en Lugo 123 concesiones en el 2008 y, en el año en curso -hasta el 9 de junio-, 88. La mayor parte son para abastecimientos, y un porcentaje considerable, para riego.