La asociación Seminario Galego de Educación para a Paz expresó ayer su solidaridad con la presidenta de Galicia Bilingüe, Gloria Lago, y con el teólogo Andrés Torres Queiruga, que «sofren as consecuencias directas do fanatismo e a intolerancia, por razóns distintas».
Este colectivo se refiere por una parte a las pintadas con amenazas de muerte y los desperfectos en el vehículo denunciados por Lago. Y a Torres Queiruga, «amenazado polo tradicionalismo e o conservadurismo católico da xerarquía relixiosa», que «non tolera a súa visión renovadora e moderna da teoloxía». Añade que es víctima de una «persecución propia do Santo Oficio en pleno século XXI», y se refiere a la prevista publicación por parte de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, que preside el arzobispo de Granada, Javier Martínez, en las próximas semanas, del decreto condenatorio de la obra del prestigioso teólogo gallego.