Expulsan a los menores de un instituto de Carballo que acosaron a un compañero

GALICIA

La dirección del centro da el caso por zanjado y lamenta que haya trascendido

11 jun 2009 . Actualizado a las 02:54 h.

La dirección del instituto Alfredo Brañas, de Carballo, ha expulsado a los menores que acosaban a un compañero de clase, al que supuestamente obligaban a participar en una serie de juegos que simulaban las peleas del espectáculo televisivo Pressing Catch.

Los responsables educativos han determinado que unos siete chavales participaban en este particular divertimento, de los cuales cinco, incluido el niño afectado, lo hacían de manera más habitual. Sin embargo, la directora del Alfredo Brañas, María Díaz, considera inadecuado particularizar, porque se trata de un problema que afectó a todo el grupo y que ya está resuelto. «Están castigados e tamén houbo expulsións porque é unha cuestión na que está toda a clase implicada; se coñecían o tema, cometeron unha negación de auxilio ao non contarlle nada nin aos profesores nin aos seus pais», afirma.

Díaz considera que los hechos en sí no tenían tanta gravedad como el revuelo que se formó a raíz de que se diesen a conocer. Admite que fue una situación que «se foi das mans», antes de que los docentes, que desconocían lo sucedido, pudiesen actuar.

La directora también le resta importancia a las expulsiones porque «non son nada excepcional». De hecho, en el presente curso los responsables del centro han tenido que iniciar 21 trámites de ese tipo para atajar comportamientos inadecuados.

Los juegos concretos en los que participaban estos menores consistían en el intercambio de golpes al estilo de los luchadores del Pressing Catch. Los niños aprovechaban los cambios de clase, entre que se iba un profesor y llegaba el siguiente, para subirse a un pequeño armario y saltar sobre las espaldas de sus oponentes.

Los menores expulsados están yendo al instituto para realizar los exámenes de final de curso, aunque no pueden asistir a clase con el resto de sus compañeros. El niño afectado se negó a aparecer por el aula después de que se diesen a conocer los hechos y de que los responsables del centro entrevistaran a los compañeros expedientados en compañía de sus padres.

El pequeño que se sintió agredido mantuvo en secreto los supuestos abusos hasta que el pasado día 22 dejó en blanco el examen de gallego. La profesora le envió una nota a su madre para informarle de lo sucedido y del bajo rendimiento que había tenido su hijo durante el último trimestre. Posteriormente, la tutora del grupo también se puso en contacto con ella y fue entonces cuando el menor explicó el trato al que estaba siendo sometido por sus compañeros de clase. Una situación que ni los demás niños de la clase ni el propio damnificado consideraban grave.

Las niñas no lo veían normal

Las compañeras de clase del menor ofendido no veían normales los juegos en los que participaban los menores expedientados. De sus declaraciones ante la directora del centro se desprende que entre las «diversiones» de este grupo de chavales estaba obligar al compañero supuestamente acosado a esnifar pica-pica. Al parecer, le hacían inhalar los polvos para reírse de los efectos que le provocaban. En esta práctica también participaban otros alumnos del instituto, pero, siempre según las manifestaciones de las niñas, lo hacían de manera voluntaria, mientras que el menor en cuestión actuaba presionado por el grupo. Aunque no se negaba, las pequeñas intuían que no le gustaba porque la cara que ponía reflejaba su desaprobación.

Al cierre de esta edición, la inspección educativa y la Consellería de Educación, contactadas repetidamente por La Voz, no habían hecho ninguna manifestación al respecto.