Un fuerte tornado barre árboles, fachadas, coches y un circo en Sada

GALICIA

18 abr 2009 . Actualizado a las 03:16 h.

Un fuerte tornado que procedía del mar barrió todo lo que encontró a su paso ayer por la tarde en la localidad coruñesa de Sada. En los escasos minutos en que se dejó sentir, arrancó uno de los árboles más altos de la zona ajardinada del paseo marítimo y lo derribó junto a un parque infantil. Después siguió arrasando todo lo que se topaba: levantó del suelo dos coches que estaban aparcados ante la casa consistorial y los lanzó contra otros dos, además de destrozar marquesinas y hacer saltar por los aires los cristales de fachadas.

La propietaria de uno de los vehículos no daba crédito a lo que le contaban los testigos del suceso: «Fue como de película, los coches volaron para moverse de sitio», aseguró poco después del fenómeno en las inmediaciones del edificio modernista de La Terraza, que no sufrió daños, pero ante el que se estrelló una de las marquesinas. Sorprendentemente nadie resultó herido, a pesar de que la calzada quedó sembrada de cristales: «Yo lo vi y me resguardé en un portal, fueron unos segundos», detalló Eusebio Rodríguez, que se topó con el fenómeno cuando llevaba a pasear a su perro.

En torno a las seis de la tarde apenas soplaba el viento en el frente marítimo, la zona en la que se dejó sentir el tornado, pero esta parte de la villa era un hervidero de vecinos que trataban de inmortalizar los daños del tifón: «Mi hija me comentó que había presenciado un tornado y pensé que era una exagerada, pero ahora me lo creo», aseguró una de las curiosas.

Al tiempo, los servicios de emergencia trabajaban para retirar las ramas, los coches y sobre todos los cristales que quedaron a medio caer en muchas ventanas. El alcalde de Sada, el nacionalista Abel López Soto, y el concejal de Obras, Miguel Tenreiro, supervisaron los trabajos del servicio municipal de emergencias y de la Policía Local.

Una elefanta en la calle

El tornado se coló por varias calles hasta llegar a un descampado situado en las inmediaciones de la urbanización de As Brañas. Allí reventó la carpa del circo Roma Dola, además de romper las jaulas de la elefanta Naila y de tres ponis, aunque por suerte respetó las de los leones. Los animales terminaron vagando por las calles, aunque no causaron daño a nadie. «Los caballitos se fueron más lejos, pero la elefanta estaba parada en medio de la calle», detalla José Canal, el responsable del espectáculo, que tuvo que suspender la función de ayer. Horas después del suceso, el paquidermo seguía bramando, muy asustado, según sus cuidadores.