Cacharro y otros patronos convirtieron en vitalicio su puesto en la fundación

La Voz

GALICIA

29 mar 2009 . Actualizado a las 03:21 h.

Dos cambios en los estatutos, coincidentes con procesos electorales que afectaban a la Xunta y a la Diputación, permitieron a los patronos de la Fundación Centro Superior Cinexético e Piscícola de Galicia blindarse paulatinamente contra el poder de decisión de las instituciones que la habían creado a finales del 2003. Para ello, el último paso fue la designación de miembros vitalicios, algo considerado insólito en una entidad de estas características en la que todo el dinero y las propiedades son de titularidad pública.

Según los estatutos iniciales, los máximos representantes entonces de la Consellería de Medio Ambiente, José Manuel Barreiro, y de la Diputación, Francisco Cacharro, eran miembros natos y podían proponer a otros dos vocales cada uno en representación de esos organismos. También se debían turnar en la presidencia.

Sin embargo, coincidiendo con las elecciones autonómicas que propiciaron el cambio en la Xunta, el 17 de junio del 2005 se produce la primera modificación estatutaria y la fundación pierde su carácter paritario en favor de la Diputación. La institución presidida por Cacharro pasa a tener cinco representantes frente a tres de la consellería. Como nuevos patronos, Cacharro Pardo nombra a Javier Castroviejo Bolívar, actual presidente, y a Carlos Otero Muerza.

Según consta en el acta, la justificación es mantener la proporcionalidad con las aportaciones de bienes y adscripciones de los dos organismos públicos. Cabe recordar que la Diputación le donó unos terrenos de 200 hectáreas con unas instalaciones en la parroquia monfortina de San Xoán de Tor, que habían pertenecido al pazo de Tor, actualmente integrado en la Rede Museística de la Diputación.

La segunda modificación de los estatutos también será clave para esquivar los cambios que se avecinaban en la propia Diputación, una vez que el PP había decidido relevar a Cacharro Pardo como candidato a la presidencia provincial.

Control total

Tras este segundo cambio la presidencia ya no correspondería como miembro nato al titular de la Diputación sino que pasó a ser designada por el patronato. A su vez, al presidente se le concedió la potestad de nombrar a otros ocho patronos, haciéndose así con el control. Pero, para garantizar la continuidad, fue creada la figura de patrono vitalicio, condición que ostentan en la actualidad al menos Francisco Cacharro y su sucesor en el cargo, el biólogo Javier Castroviejo. Esta segunda modificación no fue aprobada por la Consellería de Medio Ambiente, que ejerce el protectorado de la fundación, pero esta entidad recurrió la decisión de la Xunta y siguió adelante con su aplicación.

En una misma asamblea de mayo del 2007 Cacharro dimite como presidente y vuelve a ser elegido, aunque ya no en condición de representante de la Diputación. En la siguiente, el 15 de junio del mismo año, le deja el puesto a Castroviejo y se queda como patrono.