Las decantadoras, desbordadas por las escorrentías de los taludes

H. J. P.

SANTIAGO CIUDAD

21 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Además de la aplicación de la calcita para rebajar la acidez de los ríos afectados, Medio Ambiente ha instalado varias decantadoras para que las aguas de las escorrentías procedentes de los taludes de A Mourela depositen en estas balsas los residuos que arrastran las aguas que lavan las paredes de la trinchera, que presenta al aire una gran superficie de roca. Sin embargo, el funcionamiento de estas decantadoras es deficiente porque se ven desbordadas por la cantidad de líquido, especialmente en días de lluvia.

El material que descubrió la trinchera es del tipo de pizarras con sulfuros, que sufre en el contacto con el aire una gran oxidación. Las precipitaciones ayudan en este proceso y arrastran un líquido naranja que lleva gran cantidad de hierro, óxidos de hierro, aluminio y otros metales. El profesor de Edafología de la Universidade de Santiago José Francisco García-Rodeja Gayoso explica que es un tipo de roca muy degradada y que el problema tiene complicada solución, aunque recuerda que en la escombrera de la mina de As Pontes ya se enfrentaron al mismo desafío. En cuanto al recurso de la calcita para equilibrar el pH de los ríos, García-Rodeja estima que es la opción más razonable y la solución más inmediata. Después, quedará evaluar el impacto contaminante de los metales, y la toxicidad que generan.

Otro experto geógrafo, Juan López, lamenta el uso del desmonte de la trinchera de A Mourela en el relleno de la rotonda de Cabreiros, ya que la fragmentación del material amplía el efecto contaminante. La revegetación, apunta, ayudaría a paliar las escorrentías.