21 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.
Los indicadores para el aficionado a la caña son más sencillos. Cuando en el Eume había una captura autorizada de 600 reos por campaña, señala Adriano Paz, presidente de la sociedad de pescadores Caaveiro, «el año 2008 cayeron 30, los demás murieron en masa; fue en mayo cuando empezamos a detectarlos». Los reos empiezan a entrar en el río -explica Paz- en abril, en julio el cauce se llena de ejemplares, que desovan en noviembre en zonas de aguas limpias. «Si el animal viene de un pH marino de poco más de 7 unidades, cuando llega al río a Ommbre, y se topa con uno de 5,3, muere sin remedio. Tú los veías -recuerda- y su aspecto era impecable, parecían sanos, pero estaban muertos, por culpa de la alta acidez».