Un aprendizaje sin libros que le permite a algunos reclusos hacer «un repaso a una infancia truncada»

La Voz

GALICIA

09 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los alumnos de la escuela de adultos de Teixeiro no tienen libros y el material docente, como las libretas, es adquirido por la Consellería de Educación, explica su director. Una de las características de estos alumnos es que prácticamente «non faltan nunca» y las enseñanzas que reciben se centran en tres áreas: matemáticas, lengua y conocimiento del medio. En secundaria las clases son de unos veinte alumnos, mientras que en el nivel uno son entre 15 y 18. «Cando son estranxeiros non podes ter máis de dez porque non das feito», indica Enma; a veces es difícil la comunicación porque «non falan nada de castelán», y recuerda la especial dificultad con un ruso «co que tampouco podía falar por xestos porque non te miraba á cara».

Hassane es uno de los alumnos extranjeros y califica de interesante la escuela para que los presos «interesados en cualquier cosa, aprendan castellano o gallego y olviden el mundo de fuera».

Extranjeros

También Witold es foráneo y, tras explicar que lleva cinco meses en el centro, indica que en las clases va «aprendiendo idioma castellano más como básicamente [sic]»; de todos modos, considera que además de las enseñanzas que se imparten «falta clase idioma inglés donde por tiempo se utiliza más por todo el mundo o España también [sic]».

Contrastan las dificultades de Witold para expresarse con la habilidad de Antonio Mato Rama (pide aparecer con sus apellidos) cuando explica lo que supone la escuela para él: «A nivel personal, un repaso a una infancia truncada a base de profesores que pegaban más que enseñar con su frase hecha de con sangre la letra entra, donde escapar a las clases era la mejor opción; hoy la escuela me aporta una nueva y avanzada experiencia, cosa que a mis 40 años valoro mucho en todos los aspectos».