La narración que hacían ayer las fuerzas del orden de Boiro de la noche que habían vivido se asemejaba más al guión de una película que a una persecución real. Varias patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local se pasaron seis horas persiguiendo a tres jóvenes, que iban a bordo de un Golf al que le habían puesto las placas de matrícula de un coche abandonado. El turismo de los chavales llegó a embestir dos veces contra los vehículos oficiales y provocó que volcara uno del instituto armado. La adrenalina se calmó cuando los tres chicos de Boiro, que no llegan a los veinte años y están acusados de varios robos, fueron detenidos.
Antes de la medianoche, y dado que los muchachos fueron sorprendidos cuando, supuestamente, intentaban robar en un supermercado de Noia, la Guardia Civil empezó a seguirles la pista. Sobre las doce, cuando la persecución tenía como testigo la carretera estrecha y llena de curvas que va desde Noia hacia Boiro, se pidió la colaboración de la Policía Local boirense.
Pese al enorme despliegue, el muchacho que conducía el Golf, J.??A.??C.??S., de 19 años, dejó bien claro que lo suyo era la temeridad al volante. Embistió a los vehículos patrulla, haciendo que uno volcase y que algunos agentes sufriesen heridas de levedad -un guardia tiene una mano lesionada-. Además, ayer se podía comprobar que uno de los automóviles policiales quedó totalmente destrozado.
Se quedó solo
Pero de poco le sirvieron sus pocos escrúpulos a la hora de pisar el acelerador. Tras varias horas de derrapes por las pistas de Boiro y Lousame, en una zona llamada O Confurco se dio alcance al coche. La sorpresa llegó cuando se comprobó que, cuando le detuvieron, el conductor viajaba solo.
Pese a esta circunstancia, la conversación con el arrestado sirvió a los agentes para dar con los otros dos que, al parecer, se habían apeado en un entorno llamado Moimenta con la intención de ir hasta la casa de unos familiares. Antes de que pudiesen refugiarse, y dado que iban a pie, los agentes locales dieron al traste con su escapada. Los dos nuevos detenidos son O.?D.?R. y L.??S.??S., ambos vecinos de Boiro y de 18 años.
La cosa no quedó ahí. La policía fue hasta el sótano de la casa de uno de los muchachos y descubrió que allí había desde ordenadores y botellas de alcohol a otros objetos que, supuestamente, fueron robados. Aunque se espera que las denuncias sigan llegando, por ahora se les relaciona con robos en un centro social, una nave y comercios que, además, están ubicados en distintos municipios. Ayer declararon ante el juez, pero siguen detenidos y hoy volverán al juzgado de Ribeira.