Una borrasca poco habitual en Galicia cuya rapidez dificulta las predicciones

LUGO CIUDAD

24 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La borrasca que causó el temporal en el norte de Galicia se caracterizó por su pequeña extensión, lo que ocasionó que las isobaras estuviesen muy juntas y aumentó la fuerza del viento. Además, se preveía que pasase muy cerca de la comunidad -el punto más próximo sería Bares- y esto intensificaría sus efectos. Otra peculiaridad es la rapidez con la que se movía, lo que hacía pensar en que en muy pocos minutos se podría pasar de una situación de aparente calma a un vendaval, lo que acentuaba su peligrosidad.

A diferencia de las borrascas que habitualmente llegan a Galicia, que se mueven con mayor lentitud y cuyos desplazamientos, por tanto, se pueden predecir con mayor exactitud, la rapidez de la de ayer dificultaba los pronósticos. «Ayer estábamos haciendo predicciones para una borrasca que ni siquiera veíamos en el satélite», explicaron desde MeteoGalicia. En consecuencia, aunque se esperaba su llegada a partir de las seis de la tarde, y que sus efectos se notarían con mayor intensidad entre las nueve y la medianoche, el intervalo horario de la alerta naranja -vientos superiores a los 100 kilómetros hora, con posibilidad de ráfagas en torno a los 140- se fijó entre las doce horas de ayer y las seis de hoy. Al tratarse de un fenómeno poco frecuente en Galicia y debido a su rapidez de movimientos, la alerta se programó para esa franja horaria y no una más corta. MeteoGalicia reforzó ayer sus sistemas de predicción y observación para llevar a cabo un seguimiento en tiempo real del fenómeno.

Las predicciones apuntaban al litoral de A Coruña y de Lugo como las zonas más afectadas, por lo que el mal tiempo se prolongaría durante la madrugada. En estas áreas también se preveía mar de viento y mar de fondo, con olas en torno a los siete metros, una situación que se complicaría con la coincidencia de la pleamar.

La borrasca, según los pronósticos, seguía avanzando hacia el País Vasco, donde sus efectos serían más virulentos, al estar vinculada a la corriente de chorro y levantar vientos de mayor intensidad. De hecho, las previsiones del Gobierno vasco eran de ráfagas de hasta 150 kilómetros por hora y olas de doce metros, entre las tres y las cuatro de la mañana, por lo que activó la alerta roja.

Ciclogénesis explosiva

En foros meteorológicos y en las predicciones de diversos medios se definió el fenómeno ayer como ciclogénesis explosiva. Se denomina ciclogénesis a los procesos atmosféricos que generan centros de baja presión, mientras que el calificativo de explosiva se refiere a la rapidez de su formación. En este caso, se ha formado una profunda borrasca por el choque de dos masas diferentes de aire: la perturbación se creó en el Atlántico al confluir una masa de aire cálido subtropical y otra mucho más fría que llegó del norte, según informó ayer la Agencia Estatal de Meteorología, que rechazó denominarlo ciclón.