El Bloque de Lalín envía cartas a empresarios en las que reclama una ayuda económica para financiar la campaña
GALICIA
El envío de cartas a los empresarios para solicitar su contribución voluntaria para financiar las campañas electorales del BNG fue una práctica habitual que la coalición nacionalista generalizó en las semanas previas a las autonómicas de 1997 y el 2001, con 10.000 correos remitidos en los comicios de hace ocho años. Aunque en la recién iniciada precampaña la dirección nacionalista todavía no ha dado instrucciones a las organizaciones comarcales y locales, la petición de ayuda por carta, que es todavía más frecuente en las municipales, ya se ha efectuado en Lalín, donde el grupo municipal ha remitido una misiva a empresarios en la que solicita su colaboración económica para la campaña de las autonómicas del 1-M.
En esa carta, el portavoz municipal del Bloque, Francisco Xavier Vilariño, defiende como «construtiva e responsable» la gestión realizada por los nacionalistas en la Xunta. «Nos últimos anos, como única forza política propia galega, o BNG ten demostrado a súa capacidade de traballo e a seriedade dos seus plantexamentos, defendendo todo aquelo que é fundamental para o desenvolvemento do noso país». El responsable municipal del Bloque resalta la trascendencia de perseverar en ese proyecto político, para lo que recaba la confianza y «unha colaboración económica» de los empresarios a los que remite las cartas. Vilariño alega que nunca ha ocultado el envío de los correos en su ciudad, una práctica que califica de «normal entre os partidos». «Se quixeramos que isto non fora público, non enviaríamos a carta», subraya.
El portavoz parlamentario del BNG, y responsable de finanzas de la organización, Carlos Aymerich, asegura que todavía no han decidido si estos envíos se van a generalizar en todo el país, aunque recuerda que para la campaña del 2005 ya se prescindió de una fórmula que sí se había utilizado al menos en las dos autonómicas anteriores. En concreto, en los comicios del 2001, el Bloque remitió cartas pidiendo la colaboración económica a las empresas asentadas en Galicia que facturaban entonces más de 600.000 euros. En la actual precampaña, la presencia de la organización nacionalista en el Gobierno puede dar a la carta una connotación diferente.
Aymerich puntualiza que, a falta de una instrucción concreta a nivel gallego, el BNG deja manos libres a cada comarca en cuanto a la forma de financiación, «dentro do que é a lei, que establece que as doazóns teñen que ser identificadas e que hai un máximo por persoa». En el 2001, el límite del importe de los donativos que fijaba la ley electoral era de 6.000 euros. En todo caso, Aymerich considera que, siempre con arreglo a la legislación, «todo o que sexa animar a que a organización recaude esa colaboración é positivo», ya sea por carta, por llamadas telefónicas o por bonos.