El censo electoral gallego se ha nutrido con 2.046 nuevos posibles votantes cada mes desde la celebración de las elecciones autonómicas del 2005. Dicho ritmo hará posible que 92.110 jóvenes puedan ejercer por primera vez el 1 de marzo su derecho al voto en una consulta gallega, según acaba de hacer oficial la Oficina del Censo Electoral en el listado de electores que regirá en los próximos comicios autonómicos.
En todo caso, ante las 4.140 mesas que se habilitarán el primer domingo de marzo para elegir a los nuevos parlamentarios podrá acudir el menor número de nuevos electores desde la instauración de la autonomía. Dicho contingente no ha dejado de disminuir desde 1997, ocasión en la que fueron llamados a votar 182.944 personas que habían adquirido la mayoría de edad desde la celebración de los anteriores comicios gallegos. Cuatro años más tarde, en las elecciones del 2001, fueron 146.782 los jóvenes que lograron esa condición, mientras que hace cuatro años ya bajó hasta 106.330, es decir, 14.220 más que en esta ocasión. La bolsa de nuevos votantes representa ahora el 3,98% del censo electoral, mientras que en el 2005 llegaba al 4,60%.
El listado que acaba de publicarse -cerrado a 1 de diciembre, aunque con los movimientos de población producidos en Galicia hasta el 31 de octubre- pone en evidencia el descenso en el número de electores residentes en la comunidad y el crecimiento todavía imparable de la colonia gallega en el extranjero, cuando todavía no computan los nietos de los exiliados que están tramitando la adquisición de la nacionalidad española a cuenta de la puerta abierta por la Ley de Memoria Histórica.
El CERA sigue creciendo
Así, mientras la suma de ambos grupos de electores refleja un crecimiento de un 1,15% respecto a los comicios de hace cuatro años, es el censo electoral de residentes ausentes (CERA) el que salva a Galicia de ver menguar la cifra de posibles votantes para la cita del 1 de marzo. Las embajadas y consulados españoles suman ahora un 10% más que en el momento de celebración de las anteriores elecciones gallegas, mientras que la comunidad pierde un 0,01% en su volumen de electores. En términos absolutos, el censo total aumenta en 30.079 personas, gracias a que el CERA lo hace en 30.340, aunque el interior pierda 261 electores desde la cita que posibilitó la designación de Emilio Pérez Touriño como presidente de la Xunta.
Por provincias, A Coruña y Pontevedra mantienen un crecimiento positivo en sus censos de residentes respecto a los comicios del 2005, con incrementos del 0,42 y 1,04% respectivamente, mientras que Ourense pierde un 2,11% y Lugo otro 2,01%. Las cuatro demarcaciones ven crecer en cambio su representación en el extranjero, siendo Lugo el caso más destacado al ver cómo se incrementó desde el 2005 en nada menos que un 14,78%. Pese a ello, es la provincia lucense la única que, sumados sus dos censos, el interior y el exterior, pierde fuelle en Galicia para la convocatoria del primero de marzo, al ceder 525 posibles votantes.
Aumentan los octogenarios
En lo que respecta a los grupos de edad, son precisamente los más jóvenes los que reflejan su menor peso en el conjunto de la población gallega, al bajar desde los 18 a los 29 años, tanto en lo que se refiere a hombres como a mujeres residentes en alguna de las cuatro provincias. Es el grupo de 20 a 24 el que mayor retroceso consigna al superar el 19% en total, y solo los tramos de edad de 54 a 59 y de 70 a 74 presentan también números rojos, aunque el de 64 a 69 años baja, pero solo en el caso de las mujeres.
Por el contrario, y como señal inequívoca del envejecimiento de la población gallega, el grupo de los mayores de 85 años es el que más crece, al subir un 15,30% respecto a la convocatoria de hace cuatro años. En el caso de los electores varones este grupo de edad roza incluso el 20% de incremento respecto a hace solo cuatro años, alcanzando casi los 29.000 integrantes.
La radiografía de la nueva bolsa de electores gallegos se completa con un descenso del 0,14% en el número de mujeres y un aumento del 0,13% en el caso de los hombres que residen en la comunidad.