Un juez prohíbe a un joven volver a la zona de copas donde le rompió un diente a otro

A CORUÑA CIUDAD

La orden, inédita en España, le fue impuesta tras intervenir en una pelea en A Coruña

18 dic 2008 . Actualizado a las 03:35 h.

El Juzgado de Instrucción número 2 de A Coruña impuso a un joven de 23 años involucrado en una pelea en el Orzán una orden inédita en España: el acusado no podrá acercarse los fines de semana a esa zona de copas coruñesa. Tiene terminantemente prohibido acudir a divertirse a cualquier establecimiento de ese lugar de viernes a domingo, entre las nueve de la noche y las siete de la mañana. Eso, como medida cautelar. Más adelante, cuando se fije el juicio, el joven podría enfrentarse además a una condena de entre tres y cinco años de prisión como imputado por un delito de lesiones y otro de desobediencia.

Fue el fiscal quien solicitó esa original medida cautelar que, según fuentes de ese mismo juzgado, podría servir de ejemplo para casos como este. Lo que persigue el ministerio público y el propio magistrado que dictó la orden es intentar reducir el exagerado número de peleas que se producen en esa zona de copas todos los fines de semana sin excepción. No hay viernes o sábado en que no haya una pelea o reyerta en una zona con una gran concentración de pubs.

La que llevó a este joven frente al juez ocurrió el jueves de la pasada semana. Según declaró el propio procesado, se encontraba a las tres de la madrugada en un pub de la calle Juan Canalejo cuando se enteró por terceros que en la calle le estaban pegando a un amigo. Dijo que salió del establecimiento y se encontró con la pelea. Y que se involucró, pero con la intención de separar, «nunca de agredir a nadie». El problema es que hubo un chico que denunció haber recibido un fuerte puñetazo por parte del imputado que le causó la pérdida de un diente incisivo.

Según la denuncia, el supuesto agresor logró huir de la policía cuando una patrulla se personó en el lugar de los hechos. Lo persiguieron, lo perdieron de vista, y finalmente fue detenido en la plaza de Portugal.

Ante estos hechos, el juez, tras escuchar a las partes, impuso la citada orden de alejamiento y decretó su libertad con cargos, imputado por un delito de lesiones -el Código Penal castiga con penas de entre dos y cinco años de prisión las agresiones en las que se produce alguna pérdida dental- y otro de desobediencia, por huir de la policía.