Al borde de la ruina por un error

GALICIA

A pesar de que el Catastro reconoció un fallo informático, hasta 45 concellos amenazan a un ourensano con el embargo si no paga el IBI de fincas de otros

12 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Manuel Rodríguez Rodríguez se dedicaba tranquilamente a las tareas del campo en su pueblo de Barcia, en el municipio ourensano de Melón, hasta que comenzaron a llegarle cartas reclamándole el pago del IBI de fincas que no eran suyas. Lo que podría parecer un simple error se convirtió en un ejemplo del funcionamiento a veces esperpéntico de la Administración pública, porque al afectado no le endosaban propiedades de otros en uno o dos municipios, sino en un total de 45. Tras la publicación del caso en La Voz el pasado mes de agosto, el Catastro se vio obligado a aclarar públicamente que se trataba de un fallo informático que ya había sido subsanado, pero tras meses de espera esa afirmación no se ha cumplido.

Desde hace unas semanas, Manuel Rodríguez ha vuelto a recibir cartas reclamándole el pago del IBI de fincas que no son suyas. Las envían los mismos concellos que lo habían hecho meses antes y por las mismas parcelas que entonces, solo que ahora la cantidad a abonar ha aumentado. El impago tras el primer requerimiento ha sumado a la factura abultados recargos y varios concellos amenazan con el embargo de los bienes del afectado si no efectúa el desembolso. En total le demandan 3.000 euros.

«Non entendo como seguen reclamando se me dixeron que xa estaba todo arranxado», lamenta el afectado, que recuerda que tras sus quejas en La Voz recibió una carta del Ministerio de Economía y Hacienda en la que le pedían disculpas y le aseguraban que el error había sido corregido. Al parecer, según aclaró entonces el gabinete de prensa ministerial, un fallo al cruzar los registros del Catastro y los del IRPF para actualizar ambas bases de datos había hecho que el DNI del Manuel Rodríguez Rodríguez apareciera vinculado a las propiedades de otras personas con su mismo nombre y apellidos, que son muy comunes. De hecho, su caso no fue el único y en las semanas siguientes salieron a la luz historias similares.

«Un fato de incompetentes»

«Mandei cartas, presentei reclamacións, perdín de traballar por este problema e pensaba que xa quedara arranxado, pero vexo que non. Xa non sei que accións tomar con esta xente. Un pensa en perder os estribos e montarlles un show alí mesmo porque son un fato de incompetentes», dice Rodríguez en referencia a los trabajadores de la delegación del Catastro en Ourense, a los que ya casi conoce tras sus muchas visitas a la oficina.

En la carta en la que el Ministerio de Economía y Hacienda reconocía su error se le recordaba al afectado la posibilidad de reclamar judicialmente al organismo los daños y perjuicios ocasionados. Cuando recibió la misiva, Manuel Rodríguez decidió no denunciar porque el problema parecía solucionado y porque un abogado calculó que los gastos de un proceso judicial de este tipo podrían alcanzar los 12.000 euros. Ahora está convencido de que esa es la única solución que le queda, con deudas ante 45 concellos de la provincia y amenazado de embargo por ello.

Por si fuera poco, Manuel Rodríguez teme que su cuenta bancaria haya sido bloqueada por Hacienda, ya que aún no ha recibido la devolución del IRPF que le correspondía este año. Su declaración no recoge, como es natural, todas la propiedades que erróneamente aparecen en el Catastro a su nombre y esta situación podría provocar una inspección y nuevos problemas para el afectado.

Rodríguez visitará hoy de nuevo a la sede del Catastro y si no le dan una solución satisfactoria amenaza con reclamar hasta el último euro gastado en llamadas a concellos de toda la provincia, en gasolina para los desplazamientos, en abogados y en cada segundo que perdió de trabajar.