La nota, enviada desde el Picton Castle el pasado 12 de octubre, informaba sobre la ruta del barco y solicitaba una respuesta por parte de su descubridor.
28 oct 2008 . Actualizado a las 13:34 h.Jesús Manuel Pigueiras es propietario del restaurante A Cabana do Fos, situado a pocos metros de la playa de Morouzos, en la localidad coruñesa de Ortigueira. Cada día acude a pasear con su hijo por este arenal, cuya orilla «siempre está llena de madera procedente de los barcos y, sobre todo, mucha basura». Pero el pasado día 20 se llevó una «gran sorpresa».
Entre los habituales residuos, Pigueiras encontró una botella de cristal semienterrada que contenía varios papeles en su interior. Uno de ellos era un mensaje enviado el 12 de octubre desde el buque escuela canadiense Picton Castle. En él, la tripulación del barco informaba sobre su situación actual: «Nos encontramos en la segunda fase de nuestro viaje anual, actualmente en ruta desde Saint Nazaire, Francia, hacia La Coruña, España».
La nota, firmada por la navegante Mary Joyce, deseaba mucha suerte a su descubridor y detallaba una dirección de correo electrónico esperando una respuesta. Junto a ella, Pigueiras halló una fotografía y la tarjeta de presentación del buque.
«A pesar de todas las tecnologías a nuestra disposición en el siglo XXI, de vez en cuando el hombre sigue recurriendo a la fantasía de tiempos pasados», apunta el empresario ortegano, que mantiene contacto a través de la Red con los emisores del mensaje.
Desde la redacción digital también esperamos una contestación. De recibirla, les haremos partícipes del enigma que encierra esta botella.