Fricciones en industria, urbanismo y en economía

La Voz

GALICIA

03 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Puede presumir el bipartito PSOE-IU de haber logrado formalizar el primer pacto en una ciudad gallega tras las municipales del 2007. Podrá también alardear de experimentar una fórmula que es inédita en las urbes gallegas. Pero no podrá decir que lo suyo es una balsa de aceite. Los temas en conflicto rondan ya la docena, y las votaciones enfrentadas, la decena.

Sin embargo, lo sucedido ayer no supondrá «ningún punto de inflexión», según relataban ayer desde las filas socialistas. No se advierte a corto plazo una ruptura «salvo que se constate que hay un boicot a los proyectos, que no salen adelante, que no ha sido el caso en esta ocasión», aseguraban desde el PSOE. El mismo aviso ya lo lanzó hace siete días Vicente Irisarri. La negociación de los presupuestos locales servirá también para testar esa estabilidad.

La lista de desencuentros sumará ahora la plaza de Armas. Pero hay más en materia urbanística. Por ejemplo, la rehabilitación del barrio de Recimil, que el grupo socialista quiere afrontar de la mano de la Xunta, mientras IU prefiere iniciarla en solitario. Este tema ya fue retirado dos veces por el alcalde cuando iba a ser debatido en el pleno.

Hay discrepancias también en la planificación de los polígonos industriales, en tanto que IU recela de los dos proyectados para la ciudad mientras el PSOE los alienta y negocia con Santiago y Madrid. Reganosa, la planta de gas de Mugardos, es también motivo de disputa. Las últimas divergencias han venido de la mano de la economía: IU votó con el PP y el resto de los grupos una moción en la que exigía intereses de demora a Defensa por no abonar el IBI al Ayuntamiento. El PSOE se quedó solo, pese a que horas antes contaba con el apoyo de sus socios.

Una cada vez más extendida teoría por el Concello explica lo sucedido ayer en el pleno como la constatación de las diferentes sensibilidades dentro de IU en Ferrol, con una dirección local con posturas maximalistas frente a un grupo municipal, el de Yolanda Díaz, con ideas algo más pragmáticas. Ayer se habrían impuesto los primeros. Dentro de los cuatro ediles de esta formación se advierten también divergencias. El mutismo de IU no ha contribuido a despejar esa incógnita.