La futura aerolínea gallega se proyecta para volar desde los tres aeropuertos de la comunidad y evitar pugnas locales

Volar desde los tres aeropuertos de la comunidad es una de las premisas básicas sobre las que se está impulsando la creación de la primera línea aérea gallega, que podría ver la luz en el año 2011. Evitar disputas locales y, sobre todo, aprovechar los huecos que están dejando las grandes compañías, forma parte de la filosofía de arranque del proyecto, que en la actualidad está siendo sometido a un estudio de viabilidad económica que determinará el nacimiento o no de la sociedad.

Los promotores del proyecto estiman que no sería necesario que los aviones tuvieran base en las tres terminales, es decir, una plantilla fija en cada aeropuerto para mantenimiento de los aparatos, algo que en todo caso sería determinado por el número de frecuencias que se ofrezcan al día y sus horarios. Y aunque los impulsores de la aerolínea parten con una idea clara de cuáles son los destinos más demandados y por tanto adónde se debería volar, mantienen que su objetivo es el de complementar las frecuencias existentes y no competir con las compañías actuales en sus rutas a Galicia.

Señas de identidad

Lo que tienen muy claro los promotores de la que podría ser la primera aerolínea de la comunidad es explotar las señas de identidad de Galicia como una imagen de marca y un valor añadido de la compañía. La diversidad de los empresarios inmersos en el nacimiento de la firma aérea, que se determinará completamente y hará pública una vez que se conozca el resultado del estudio de viabilidad, favorece, según portavoces del proyecto, la adopción de la innovación, la tecnología y la modernidad como estandartes de la idea que se pretende proyectar con la compañía en el resto de España e incluso en los países de su entorno situados en un margen de 2,5 horas de vuelo. La filosofía de incorporar una imagen moderna de Galicia estaría presente tanto en el diseño exterior de los aparatos como en su decoración interior, al igual que en la indumentaria del personal de vuelo y también en la comida que se ofrecería en cada trayecto, que se pretende tenga el sello de restauradores conocidos de la comunidad.

Con ello, además de servir a la demanda de destinos existente en Galicia y que cuentan en la actualidad con una respuesta regular e incluso menguante, como ocurrirá este invierno, la compañía pretende captar un turismo de calidad, el más fiel a la oferta aérea.

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