Durante este curso 2008-2009 un total de 673 profesores de secundaria impartirán materias que no pertenecen a su especialidad. Tecnología con Matemáticas, Música con Latín o Educación Física con Dibujo son algunas de las combinaciones que deberán asumir los docentes en sus clases.
Los interinos, para que la Administración pueda planificar los recursos humanos, deben marcar, además de la asignatura en la que son especialistas, qué otras materias estarían dispuestos a dar, las denominadas afines. Aunque se trata de una opción voluntaria -ningún docente está obligado a marcar afines-, las opciones de encontrar trabajo son mucho más elevadas si existe flexibilidad en este sentido. En este curso, 546 docentes darán su asignatura y otra afín; 102 tendrán dos materias afines y 25 impartirán clases de cuatro asignaturas, tres de ellas ajenas a su especialidad, según los datos de la CIG-Ensino.
Dentro de este último apartado, habrá casos de Matemáticas con Física, Dibujo e Informática; o Inglés con Lengua e Literatura Galega, Lengua y Literatura Castellana y Geografía e Historia. Las normas recogen que un profesor no puede dar más horas de la materia afín que de la suya propia.
Críticas a los interinos
Aunque los sindicatos se han volcado en el colectivo de interinos en este inicio de curso, no todos los profesionales de la enseñanza comparten esta posición. La asociación que engloba a los opositores denunció en numerosas ocasiones el proceso de oposiciones de los dos últimos años, por establecer discriminaciones a favor precisamente de los interinos. Además, profesores con plaza han negado que haya «despidos» entre los interinos -entre otros motivos porque no tienen plaza-, así como que se vayan a quedar sin trabajo.
Mientras el colectivo del profesorado debate sobre su situación laboral, un total de 125.357 estudiantes de educación secundaria, bachillerato y programas de cualificación profesional iniciaron ayer las clases en 628 centros de la comunidad.