El informe encargado por el Ministerio de Medio Ambiente -departamento que aportará 104 millones para la nueva depuradora- propone doce alternativas para dotar a Vigo de una nueva planta de tratamiento de aguas residuales. El coste de cada propuesta varía desde los 171 de la más barata a los 212 de la más completa técnicamente, pero prácticamente todas cuentan con el hándicap del notable impacto visual que generaría ante una zona protegida, como la Xunqueira del Lagares y su desembocadura en la playa de Samil.
La falta de terrenos y la escasa previsión del plan urbanístico vigués para ampliar la zona reservada para posibles ampliaciones de la planta hacen que se lleguen a manejar los 22,82 metros de altura del complejo para acoger todas las fases de la depuración en la parcela donde se ubica la actual depuradora.
Gases invernadero y lodos
La emisión de gases de efecto invernadero se apunta como una de las debilidades de seis de las doce fórmulas propuestas para llevar a cabo la planta, mientras que un total de ocho soluciones técnicas tienen como perjuicio que generan una gran cantidad de lodos y residuos.
Acuanorte calcula que cada vigués produce al día 80 gramos de residuos que deben ser tratados en la planta de lodos, materia que genera en el complejo malos olores, provoca la aparición de microorganismos patógenos e incluye metales pesados procedentes de industrias.