Siguen las protestas en Lugo para evitar «un gueto gitano»

LUGO CIUDAD

Una plataforma vecinal se reunirá hoy con el alcalde y luego hará una manifestación frente a la Delegación de Vivenda

20 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Evitar una concentración masiva de familias gitanas en los 41 pisos sociales construidos en A Ponte, en Lugo, es el objetivo que persiguen desde hace varias semanas los vecinos de este barrio cercano al río Miño. Tras dos semanas de cortes de tráfico diarios en el puente romano y la manifestación organizada el pasado jueves, en la que alrededor de dos mil lucenses salieron a la calle para reclamar que Ayuntamiento de Lugo y Consellería de Vivenda -las dos Administraciones implicadas en el proceso- busquen alternativas a la situación, una comisión vecinal tiene previsto reunirse hoy por la mañana con el alcalde, José López Orozco.

A continuación, la plataforma trasladará de escenario sus quejas, con una concentración ante la Delegación Provincial de Vivenda, según anunció ayer el presidente de la asociación de vecinos, José Antonio Vázquez. «Seguiremos luchando para que en nuestro barrio no se cree un gueto como el que ya existe ahora en O Carqueixo», declaró ayer el responsable del colectivo a Efe.

Así, de las 25 familias gitanas adjudicatarias de 57 viviendas de promoción pública -además de las 41 de A Ponte se levantan 16 en la calle Poeta Aquilino Iglesia Alvariño-, 14 proceden del poblado marginal de O Carqueixo, levantado en las afueras de Lugo. Las otras 11 llevan años viviendo en otras zonas de la ciudad.

Plan de redistribución

Tanto la Administración local como la autonómica coincidieron la semana pasada en que la solución pasa en estos momentos por elaborar un plan de redistribución de las familias adjudicatarias. Una opción que, como recordó el presidente de la Asociación Promoción e Integración Xitana en Lugo, Manuel Vila, precisa «certa marxe de confianza» en los políticos, ya que no es tan fácil de acometer.

«Aos interesados tamén lles gustaría máis ir separados, pero o que non ten casa ou a ten en malas condicións de habitabilidade, ¿vai renunciar a cambio de nada ao dereito de ir a unha vivenda», reflexionó Vila.

En este sentido, recordó que el alquiler de las viviendas de la calle Fermín Rivera «é para toda a vida», y cumpliendo con las normas hay opción de compra a los diez años. «Son dereitos moi diferentes a outros alugueres, nos que ao cabo dun tempo, o dono che pode dicir que deixes o piso», agregó el profesor, que lleva 23 años trabajando con el colectivo gitano de Lugo.

A este respecto, López Orozco volvió a recordar ayer que el Ayuntamiento de Lugo únicamente hablará de propuestas cuando haya algo concreto que ofrecer a los vecinos. El regidor lucense confía en que se encontrará una solución, pero incide en que el Concello «no tiene ninguna responsabilidad» en la adjudicación, sino que únicamente fue un «mero tramitador de expedientes».