Los cuatro autonomías con menor aumento de población en los últimos siete años son las menos favorecidas
16 may 2008 . Actualizado a las 02:49 h.La liquidación del presupuesto del 2006 en las comunidades autónomas, publicada esta semana por el Ministerio de Economía, ha destapado algunas de las fisuras más polémicas del actual modelo de financiación vigente desde el 2001 y que otorga un peso esencial a la población de cada territorio (más del 75% en algunos parámetros).
Entre 1999 y el año 2006, los recursos económicos gallegos han crecido un 77%, mientras que su población lo hizo en un 1,4%. La Xunta cerró el ejercicio con 7.659 millones de euros obtenidos del actual sistema. Madrid, en cambio, aumentó durante el mismo período sus recursos un 109,5% (se llevó en el 2006 un total de 15.187 millones de euros, mientras su población crecía casi un 17%). A la vista de las cifras, la financiación de Galicia ascendió a un ritmo 32 puntos inferior a la madrileña.
Y la desproporción se mantiene con el resto de las comunidades más ricas y pobladas. Cataluña, que incrementó sus habitantes casi un 15%, vio aumentados sus recursos en un 96,5% hasta el 2006, ejercicio que cerró con 18.920 millones de euros. Y los recursos de Murcia (3.398 millones) crecieron un 112,6% mientras su población lo hacía un 21,1%. Baleares, donde más ha crecido el número de habitantes (un 21,8%), vio aumentada su financiación en un 93,1%. Y Valencia, en un 104,7%.
De acuerdo con el sistema en vigor, las cuatro comunidades autónomas que menos población ganaron entre 1999 y el 2006 son también las que más capacidad de financiación han perdido. Asturias, Extremadura, Galicia y Castilla y León, por este orden, son las autonomías que menos han visto crecer sus habitantes. En ninguna de ellas crecieron los recursos del sistema por encima del 77%. Entre todas, Galicia es la que mejor se ha comportado en materia de recaudación.
De los 7.659 millones de euros que tuvo que manejar la comunidad en el 2006, casi la mitad (3.090) salieron de los impuestos recaudados por la administración tributaria estatal y cedidos a la Xunta: IRPF, IVA, impuestos especiales, patrimonio y matriculación. Otros 956 correspondieron a la recaudación autonómica (transmisiones, actos jurídicos documentados, y tributos del juego), mientras que el Fondo de Suficiencia -el mecanismo de cierre del sistema- aportó más de la mitad de los recursos (3.613 millones).
Para el nuevo modelo de financiación, la Consellería de Economía propone que la población pierda peso a la hora de repartir recursos y otras peculiaridades territoriales sean más valoradas, como la dispersión o el envejecimiento poblacionales, los kilómetros de costa o la orografía.