El Gobierno bipartito y la oposición del PP volvieron ayer a tomarle el pulso al sistema sanitario gallego, algo que ya se ha convertido en costumbre en cada pleno que celebra el Parlamento, colocando esta vez las listas de espera en el centro del debate, aunque fuese a costa de desvelar la identidad de algunos particulares. El líder del PPdeG, Núñez Feijoo, cargó con crudeza contra la «incompetencia» de Sanidade, pues aseguró que por primera vez hay hospitales que se niegan a dar citas a pacientes. El presidente Touriño replicó negando la mayor, atacando la «amnesia» de Feijoo y advirtiendo de que no entraría en la dialéctica de casos concretos en el debate.
El jefe de la oposición cargó las tintas a cuenta de las huelgas y la conflictividad laboral que, en su opinión, se registra en el sector sanitario y adujo que «por primeira vez» los enfermos no pueden acudir a su médico de cabecera en el mismo día. De igual modo, manifestó que se están «ocultando» pacientes de unas listas de espera oficiales en las que figurarían, dijo, 45.000 personas más de las que están inscritas. «Poden ocultar as listas -advirtió Feijoo-, pero non poden ocultar os nomes e apelidos de toda esa xente».
Fue en ese momento cuando el dirigente conservador tiró de casos particulares, desvelando incluso la identidad de algunos pacientes, exigiendo a Touriño que aclarar si era o no verdad que había hospitales con las listas de espera cerradas, que ya no facilitaban citas a los usuarios. «Se non é verdade, pedirei desculpas públicas, pero se é verdade ¿asumirá algunha responsabilidade?», inquirió.
Monforte: «Llame más tarde»
Feijoo ilustró su acusación con casos concretos, aduciendo que ni el Hospital de Monforte daba citas para ginecología ni el de Ourense para cardiología. Es más, incluso invitó a Touriño a que llamase personalmente para comprobarlo, un ejercicio que ayer hicieron varios periodistas parlamentarios, encontrándose al otro lado del hilo con un contestador que decía: «Memoria llena, por favor llame más tarde».
El presidente de la Xunta, en cambio, se remontó unos años atrás para desgranar la situación heredada del anterior Gobierno del PP y recordar el episodio de los 7.000 pacientes en espera no contabilizados en el centro Povisa de Vigo, recriminando además a Feijoo por aportar «datos falsos» a la Cámara.
Sin perder en ningún momento los papeles, Touriño también advirtió al líder popular de que no iba «a caer na dialéctica de sacar papeis e citar a cidadáns respectables que me preocupan o máximo», aclaró, y optó por responder de este modo al reto planteado: «Nego a maior», remarcó, antes de abundar en que las listas de espera están mejorando y aludió de forma pormenorizada a lo ocurrido en el área hospitalaria de Vigo, donde la espera media era de 114 días a finales del 2005, tiempo que ahora se redujo a 71 días.
Sin cambios políticos
Touriño también dejó claro en su intervención que la posibilidad de cambiar al «entrenador» de Sanidade, como dijo Feijoo en alusión a la conselleira María José Rubio, no entra en sus planes, pues insistió en que él preside el Gobierno «máis estable» de la historia de la autonomía. El presidente volvió de nuevo a remontarse cuatro años atrás para recordar que el Ejecutivo de Fraga renovó a todo el equipo de Sanidade, incluido al conselleiro, a nueve meses vista de las elecciones. «Cambiaron todo de arriba abaixo», manifestó el jefe del Ejecutivo a modo de reproche, cerrando así cualquier perspectiva de que él mismo pueda tomar una decisión en el mismo sentido a menos de un año para las autonómicas.