La Costa da Morte continúa siendo una de las principales puertas de entrada para el narcotráfico, sobre todo de cocaína y hachís. Desde hace un decenio, el descubrimiento de alijos de droga no es nada nuevo en la zona. El último caso se registró el martes por la mañana en Muxía, donde la Guardia Civil se incautó de un fardo de casi 32 kilos de cocaína. El alijo fue localizado por un vecino que estaba pescando cerca del santuario de la Virxe da Barca, y alertó a los agentes de la presencia de un paquete sospechoso entre las piedras.
El mariscador que realizó el hallazgo, Ramón Vilela, explicó que, en un primer momento, creyó que se trataba de una boya de los marineros pero, al acercarse y ver que se trataba de un paquete cerrado y muy pesado, decidió alertar a la Guardia Civil. Una patrulla se trasladó hasta el lugar y comprobó que el fardo contenía cocaína pura, guardada en treinta paquetes de un kilo cada uno. En total, se ha calculado que supondrían unas 167.000 dosis.
La mercancía intervenida ya ha sido entregada en el Juzgado de Corcubión.
Casi seis millones de euros
El valor que esta droga podría adquirir en el mercado es difícil de estimar. El importe de cada gramo puede alcanzar los 60 euros, pero a partir de un gramo de la cocaína incautada se podría conseguir el triple para vender, adulterándola, por lo que el valor que el alijo encontrado tendría en la calle sería de casi seis millones de euros.
Por ahora se desconoce la procedencia de la droga, pero la Guardia Civil ya ha abierto una investigación y mantiene vigilada la zona por si aparecen más alijos en los próximos días. Este tipo de descubrimientos son frecuentes en épocas de temporales, ya que los fardos previamente fondeados salen a la superficie con mayor facilidad.
Sin embargo, en los últimos meses el número de alijos de droga encontrados en la Costa da Morte ha disminuido con respecto a años anteriores. El último hallazgo de droga en esta zona costera se produjo hace unas dos semanas, con la aparición de otro fardo de cocaína de unos 25 kilos.
Ramón Vilela explica que esta es la primera vez que él encuentra material de contrabando, pero asegura que sus vecinos y compañeros comentan que es algo que ocurre con relativa frecuencia.
De hecho, diversos colectivos de la Costa da Morte denuncian desde hace un par de años que Carballo, Malpica y Muxía se están convirtiendo en mercados de cocaína para el resto de la provincia.
Hallazgos en la Costa da Morte
Los hallazgos de paquetes de droga se multiplican a lo largo de estos últimos años. Por ejemplo, a finales del 2004, la Guardia Civil encontró 200 kilos de cocaína en patrullas esporádicas realizadas en el litoral de Camariñas, repartidos en paquetes de 25 kilos, que se habían soltado presuntamente de algún fondeo a consecuencia de los temporales. Además de estos descubrimientos, la historia del narcotráfico en la zona está marcada por detenciones que tenían en el punto de mira a los propios vecinos.
A finales de septiembre del 2003 detuvieron a un marinero de Laxe que se había quedado con un fardo de cocaína. Los agentes también investigaron entonces la paliza que recibió un percebeiro, por haberse quedado supuestamente con la mercancía.
En el 2004, se detuvo a diez personas con la operación Jamaica, cinco de ellas en la Costa da Morte. En el mismo año, en la operación Tinta, la mayor parte de los arrestados también eran de la zona.