Costas derriba el paseo de Xove

Xavier Lombardero

GALICIA

El ministerio gastará 726.000 euros para recuperar el aspecto original del litoral de Esteiro sobre el que había construido la estructura hace un decenio por 462.000 euros

25 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Poco más de diez años ha durado el paseo marítimo y las estructuras construidas sobre la playa de Esteiro (Xove). Se está ultimando el desescombro de una obra planteada en su día para proporcionar servicios y «proteger las dunas». Lo demolió el mismo organismo que lo proyectó, la Dirección General de Costas, entonces encuadrada en el Ministerio de Obras Públicas, y hoy, en Medio Ambiente. Costas invirtió 462.000 euros en levantar, sobre el acceso a la playa, corredores de escaleras de hormigón, un templete con explanada adoquinada, párking, duchas, baños, mesas y barbacoas. Ahora acaba de derruirlo todo, más de 45.000 metros cuadrados, con el fin de recuperar y proteger el sistema dunar, conectar una zona de aparcamiento con una pasarela de madera, trazar un sendero peatonal y adecuar un edificio para servicios, por 726.000 euros.

El arenal, de unos 800 metros, podría volver a estar rodeado de dunas y juncos, en base a una política que pretende «recuperar y mejorar la franja litoral, respetando las características medioambientales y paisajísticas de cada zona y facilitando el uso y disfrute de la costa al ciudadano». En estos parámetros, el estilo de paseo con cemento, losas y muros de pizarra (aún en los lugares donde el litoral es de granito, como ocurre en Xove), farolas, pérgolas y todo tipo de edificios en las costas gallega y cantábrica, parece desterrado del inventario oficial, en favor de pasarelas de madera de 2,2 metros de ancho y senderos más discretos del mismo ancho, de grava y arena compactadas.

Medio Ambiente confirma que la de Esteiro, un espacio aislado, es una actuación puntual. Regenerar lo cementado requeriría solo en la costa de Lugo un presupuesto ingente para restituirlo a sus características morfológicas, paisajísticas y vegetales originales. Difícilmente se devolverán las condiciones idóneas para que las dunas evolucionen en otros arenales en que hace años se derribaron chabolas para construir paseos, y aumentar a renglón seguido el volumen de edificios privados.

Desde la época de Fernando Osorio Páramo como director general de Costas, cuando se hablaba sin ambages de «paseos de fachada marítima», Administraciones municipales de distinto color participaron del frenesí de los paseos y apenas ha quedado playa sin el suyo. En la misma línea, lo último sobre las dunas y paseos son los «centros de interpretación».

En dirección contraria, el derribo de la estructura de seis plantas de un hotel inconcluso sobre la playa de Areoura (Foz) en tiempos del ministro Matas marcó un claro cambio de rumbo, aunque han quedado los chalés sobre los riscos. Le siguieron otras demoliciones sonadas como la del complejo de Caixa Galicia en Benquerencia, y alguna más que está al caer, pero quedan muchos paseos que bordean las rías o incluso los de ribera sobre los mismos acantilados.