La Fundación Cidade da Cultura inició ayer los trámites para elegir a una empresa privada que convierta a soporte informático diverso material que en el futuro alojará la Biblioteca Nacional de Galicia, cuya apertura en el compostelano monte Gaiás se prevé para el 2009. La compañía que finalmente resulte seleccionada cobrará por el servicio un máximo de 363.000 euros, de los cuales la Administración central va a subvencionar un 70,5%. Entre los fondos objeto de procesado figuran unos cuya digitalización ya había financiado la Xunta, siendo conselleiro Jesús Pérez Varela (PP), entre el 2002 y el 2004. Había pagado por aquello a tres sociedades, según un informe del Consello de Contas, al menos 72.800,4 euros.
El pliego de cláusulas particulares aprobado para adjudicar este contrato argumenta la revisión de trabajos aduciendo que la colección legada de la era popular «mostra algunhas eivas no que atinxe á calidade». Más adelante, entre otras, cita: «Dixitalización deficiente, cartografía mal dixitalizada con deficiente enfoque e mala resolución, páxinas cortadas e ausencia de liñas, metadatos ausentes ou moi deficientes, [...] dificultade para atopar as entradas, [...] ferramentas de busca moi primitivas».
En suma, los técnicos deberán transformar, según la misma fuente, 484 obras cartográficas y 650.000 imágenes de prensa histórica, así como adaptar (estos levemente) 5.792 cedés que guardan libros de la Biblioteca de la Universidade de Santiago. Además, habrán de informatizar diversos escritos conservados en salas de lectura «situadas fundamentalmente en Santiago e A Coruña». Se trata de 35 códices y manuscritos, 1.750 impresos datados entre los siglos XV y XX, periódicos varios, 380 ediciones de mapas antiguos, 10.000 carteles y «obras completas de autores galegos», sin mayor precisión. Las normas del concurso no aclaran qué cuantía del presupuesto absorberá el primer bloque de tareas, el de correcciones, y cuál el segundo, el de novedades.
Sí especifican, sin embargo, que, de cada ejemplar digitalizado, la empresa tendrá que entregar una copia con máxima resolución para su custodia en el Gaiás, otra optimizada para consultas desde Internet y una tercera en miniaturas.