La rumorología se desató en la mañana de ayer en Vilanova y A Illa cuando se supo que horas antes -sobre la una de la madrugada- se había incendiado una planeadora en aguas de la ría de Arousa. En mente la quema reciente de una lancha en una playa de A Illa tras participar en una descarga de droga, los vecinos dieron por hecho que se había producido un episodio más relacionado con el tráfico de estupefacientes. Tenían razón, pero solo a medias. La lancha que se quemó buscaba narcotraficantes, pero pertenecía al bando policial. La pilotaban cuatro agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) de la base de Vilagarcía que, como todas las noches, recorrían la ría para abortar cualquier descarga. Por un fallo mecánico, la lancha ardió sobre la una de la madrugada, cerca de la playa de As Sinas, en Vilanova. Vecinos que vieron el fuego dieron por hecho que se trataba de una planeadora que transportaba un alijo.
El suceso se saldó sin males mayores, ya que los cuatro tripulantes fueron rescatados sanos y salvos, pero no pudieron evitar que se hundiese la embarcación. Era la lancha HJ6, una de las naves más potentes del SVA, y capaz de competir en velocidad con las de los narcotraficantes. Sin embargo, se trata de un modelo antiguo, ya que tiene cerca de veinte años, por lo que no sorprende que se haya averiado. Los buzos de la Guardia Civil trataban ayer de recuperar la nave del fondo de las aguas.
La base arousana ya sufrió un percance similar con otra de sus lanchas, la HJ1, que también se incendió hace nueve años a causa de una avería cuando navegaba de madrugada por la ría.
El servicio aduanero pierde así una de las tres lanchas más potentes con que contaba, y las únicas capaces para la persecución de las planeadoras del narcotráfico en las costas de Galicia.