El hecho de que desde hace seis meses no se produzcan precipitaciones regulares en la comunidad autónoma hará que este año la campaña contraiincendios de la Xunta se desarrolle en un «entorno complicado», según advirtió ayer el conselleiro de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, en la presentación de un remozado centro de coordinación, emplazado en la Dirección Xeral de Montes, con el objetivo de prevenir y combatir los fuegos.
La Xunta ha invertido 500.000 euros para, entre otras cosas, poder conocer en tiempo real dónde surgen las llamas, en una comunidad como Galicia que ha venido registrando medias de 10.000 incendios anuales. Medio Rural adquirió además dos vehículos con puesto de mando avanzado.
El Gobierno autónomo ha dado un salto cualitativo en la lucha contra el fuego, porque antes, en el centro de coordinación, lo habitual era trabajar con pizarra, anotar a mano los fuegos que surgían en distintos puntos de Galicia e imaginarse el resto. Ahora, la Consellería de Medio Ambiente, que ha dotado de un sistema de localización GPS a todos los vehículos que intervienen en el operativo, lo tiene menos complicado, aunque su responsable recordó que tan importante como esto es «traballar para que non o teñan fácil os delincuentes». Alfredo Suárez Canal aseguró que «non hai que esquecer que os incendios xurden porque alguén pranta o lume».
La Xunta arrancó ayer en la práctica la precampaña contra el fuego, con la incorporación de 610 trabajadores fijos discontinuos, que se contratan por un tiempo mínimo de seis meses. Sobre las reivindicaciones planteadas por este colectivo, que reclama trabajar a lo largo de todo el año, el conselleiro de Medio Ambiente aseguró: «Gustaríanos unha solución que nos permitira contar nove meses con eses traballadores». Suárez Canal precisó, no obstante, que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia interpretó que este tipo de contratos no podían ser «extensibles».
A mediados de junio
En la campaña antiincendios, que se pondrá en marcha a mediados del próximo mes de junio, intervendrán además 800 trabajadores fijos, lo que supone un total de 1.400 profesionales. El Ejército y la Guardia Civil aportarán casi seguro otras 1.500 personas.