Galicia «xa non é un país no que sobra auga». La frase la pronunció ayer el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, durante la presentación del informe climatológico del 2007, en el que ciudades como Santiago y Pontevedra registran el otoño más seco de los últimos 50 años. Este nuevo perfil de la comunidad autónoma, ligado en buena medida al aumento de la población, la gran concentración de actividad en las capitales costeras, así como a la disminución de los recursos hídricos, ha llevado a la Xunta a buscar soluciones que pasarán, a medio plazo, por el trasvase de agua de los ríos a los embalses actuales, según los informes técnicos que maneja el área de Medio Ambiente.
El propio conselleiro reconoció que se hace imprescindible aprender a gestionar unos recursos que se pierden hasta en más de un 30% en el propio proceso de abastecimiento, debido a cañerías y tubos defectuosos y a conexiones anticuadas. Vázquez manifestó que tampoco se ha creado un gran sistema de infraestructuras en los últimos 40 años y que «non temos encoros axeitados nin un sistema de conexión» entre ellos.
En esta coyuntura, Medio Ambiente estudia el trasvase de agua desde los ríos más caudalosos, un mecanismo que supondría, a su juicio, un menor impacto ecológico y paisajístico que la construcción de nuevos embalses.
La decisión, la apuesta por el trasvase, en el caso de Vigo, por ejemplo, implicaría la construcción de un itinerario bien definido para llevar el agua del Miño hasta el embalse de Eiras, que abastece la ciudad, y que figura entre las previsiones que baraja la Xunta, a medio plazo, para paliar las consecuencias de la escasez de lluvia.
El problema de Galicia, según Medio Ambiente, no es tanto de capacidad, de carencia de infraestructuras, como de «reposición» del agua, aseguran los técnicos del departamento que dirige Vázquez. Otro aspecto clave es el de la racionalización de los usos del agua y la reparación de las redes municipales de suministro, en las que se pierde casi la tercera parte del agua que se consume.
«Coa capacidade de almacenamento que temos e a reparación das redes non teriamos por que ter problemas», sostienen los responsables de la Consellería de Medio Ambiente.