Gonzalo Fernández Ínsua, presidente del club de atletismo de Fisterra y detenido hace dos semanas por un presunto delito de acoso a niñas menores de edad (las víctimas formaban parte de la entidad), prestó ayer declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Corcubión. El fisterrán, de 49 años, llegó a las dependencias judiciales hacia las once y media de la mañana en un coche patrulla de la Guardia Civil. Bajó del vehículo completamente cubierto por una cazadora deportiva y entró en los juzgados sin esposar.
El presidente y entrenador del club fisterrán había sido detenido en Avilés después de que el juez de Corcubión iniciase una investigación a raíz de varias denuncias presentadas por padres de menores que habían formado parte del club. En dicha ciudad asturiana se encontraba cuando se emitió una orden de búsqueda.
Fernández Ínsua pasó sus primeros días en la cárcel de Villabona (Asturias) hasta que fue trasladado el pasado fin de semana a Teixeiro. Ayer fue conducido por primera vez ante el juez. El entrenador pasó cerca de tres horas en los juzgados. Hacia las dos y media de la tarde abandonó el edificio con la cara cubierta y sin esposar, escoltado por dos agentes de la Guardia Civil, y subió de nuevo a un coche patrulla que partió de regreso hacia el citado penal de Curtis.
A lo largo de los próximos días pasarán por el juzgado los distintos implicados en el caso, que se halla bajo secreto de sumario.
Su ingreso en prisión provisional se decretó después de un registro llevado a cabo por la Policía Judicial en su vivienda de Fisterra, donde los agentes se incautaron de un ordenador y de diverso material. Al parecer, el posible acoso a las menores del club estaría relacionado con mensajes de teléfono móvil enviados por Gonzalo Fernández Ínsua a las atletas y con varias fotografías. El caso está siendo llevado con gran sigilo desde el juzgado, ya que son varias las menores implicadas en la denuncia por acoso.