La Guardia Civil implica también al concejal de urbanismo mugardés

Francisco Varela

GALICIA

El policía local imputado insistía por teléfono a dos ediles para pedirles que metan en comisión un expediente

11 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La investigación de la Guardia Civil sobre la supuesta trama de corrupción urbanística en el municipio de Mugardos salpica también al actual concejal de urbanismo, Xosé Antón Bouza Rey (BNG), muy popular en el concello por ser asimismo el presidente del club de fútbol Galicia de Mugardos. En el informe remitido por la unidad especial que hizo la investigación se relata una conversación telefónica mantenida por Pedro Cortizas, hermano de la arquitecta Julia Cortizas, ambos imputados, para lograr que el edil le apurase un proyecto. Se trata de una promoción de una inmobiliaria. El concejal replica a Pedro que convocan una comisión municipal extraordinaria, pero que «meten otros dos asuntos para que no sea cantosa». El atestado relata que al menos en cuatro ocasiones más, siempre por medio telefónico, queda claro el trato de favor que Pedro recibe por parte del edil, que lo mantiene informado de los trámites administrativos seguidos en el Ayuntamiento relativos al edificio de la calle Peteiro número 7, uno de los inmuebles con numerosas irregularidades que precisó una reforma del Plan Xeral.

Las escuchas desvelan también la supuesta participación de Julia Cortizas en la trama, como autora, según la Guardia Civil, de un delito de negociaciones prohibidas a funcionarios, toda vez que emitía informes técnicos a pesar de la incompatibilidad y el interés propio. Por ello tendría que haberse abstenido, se dice también. Así, en el caso del edificio de la calle Peteiro, en el que Julia participó en las dos partes (en la pública y en la privada), sugiere a un interlocutor telefónico que le costó «mucho negociar».

En la actualidad ya no es asesora de urbanismo del Concello, pero aun así la alcaldía le encomendó una memoria de valoración de la instalación del cuartelillo de la Guardia Civil local en el bajo de este mismo edificio. Es una de las contraprestaciones que hace el promotor al Ayuntamiento, que a su vez lo cede al instituto armado.

El informe relata profusamente también el sistema de relaciones entre el estudio privado de la arquitecta y su hermano (Xcale, de Fene), y una segunda arquitecta de él, Elia Estraviz. En diferentes casos exponen cómo una hace el proyecto y la otra lo aprueba.

El policía local Ovidio Torrente aparece como el gran conseguidor. Relacionados él y su esposa en los negocios con Xcale, mueve hilos para que muchos expedientes avancen con celeridad. El pinchazo de los teléfonos aporta nuevamente pruebas de ello. Lo mismo ocurre con otra promoción por la que Ovidio muestra un interés especial e influye nuevamente en el edil de urbanismo diciéndole que le eche una mano porque había mirado la carpeta de la comisión prevista para un día, y objeta: «Lo mío no estaba». El agente habla también con otro miembro de la comisión, un ex concejal de urbanismo, al que dice lo mismo: que le eche una mano. El típico « qué hay de lo mío» .

En cuanto a la aparejadora Carmen Piñeiro, también imputada desde un comienzo, se la señala como una persona que influye sobre el alcalde, Xosé Fernández Barcia, en varios proyectos y que luego asesora a constructores y promotores. Así se cierra el círculo.