La sequía deja vacía en pleno otoño la mayor presa de la Costa da Morte

GALICIA

05 nov 2007 . Actualizado a las 12:13 h.

El embalse de Fervenza es la mayor superficie de agua dulce de la Costa da Morte. Una superficie de varios kilómetros cuadrados de aguas oscuras que proporciona agua potable a miles de hogares al tiempo que surten las turbinas de generación eléctrica de Ferroatlántica. Hace un año el embalse estaba, como casi siempre por estas fechas, al límite de su capacidad: 104 millones de metros cúbicos de agua, lo que suponía dinero para la empresa que lo explota, suministro garantizado para la zona y la posibilidad de darse una vuelta en piragua para los amantes del deporte.

La situación es bastante distinta hoy. En Fervenza solo quedan 1,55 millones de metros cúbicos de agua. Es decir, menos del 1,6% de su capacidad de embalse. Lo que antes parecía un pequeño mar entre los municipios de Zas, Dumbría y Mazaricos se ha transformado en parte en un lodazal en el que vuelve a asomar la hierba. Hace un año los vecinos se quejaban de que el embalse anegaba sus tierras. Hoy para mojarse los pies en él hay que darse un buen paseo.

En Ferroatlántica, donde registran los datos pluviométricos de la zona y la evolución del volumen de agua, no recuerdan en decenios un mes de octubre tan seco como el pasado.

El récord del embalse está en un 0,8% de su capacidad máxima. Al ritmo que van las cosas y con la predicción meteorológica anunciando tiempo seco a medio plazo, se podría alcanzar esa cifra en la que es, habitualmente, temporada de lluvias.

Hace ya dos semanas que las turbinas de la empresa pararon porque no hay agua que canalizar parar producir energía. Ahora solo se ponen en marcha esporádicamente y nunca por más de una o dos horas al día y algunos días. Hace doce meses trabajaban seis horas diarias.

Incertidumbre

El embalse de Fervenza es la primera presa en el río Xallas. De él parte el agua para la segunda, la de Santa Uxía, que también nutre a la empresa Ferroatlántica. Por ahora ese embalse, del que se toma el agua que llega a los hogares de Dumbría, Cee, Corcubión y Fisterra, todavía está lleno. Pero la incertidumbre está ahí ya que no se sabe cuánto durará esa situación si la primera presa, la de Fervenza, llega a secarse.

Aunque el de Fervenza es uno de los casos más extremos que se registran en Galicia, lo cierto es que la sequía se está dejando notar en todos los pantanos de la comunidad. Las reservas se sitúan por debajo del 60%, cuando hace un año el nivel casi alcanzaba el 75%.