Fueron condenados a 7 años de cárcel por pegarle a un policía en una manifestación vecinal en la parroquia de O Eixo en 1998
31 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.«Agora mesmo imos para alá». Simón Márquez (uno de los tres vecinos de O Eixo condenados a siete años de cárcel por las agresiones a un policía en 1998) se despedía así de uno de sus familiares antes de partir hacia Teixeiro. Acompañado de su pareja y conduciendo él mismo, fue el único que se acercó a saludar a los cientos de vecinos de Santiago y O Eixo que se concentraron para arroparlos.
Se marchó entre aplausos y una nube de flashes, pero sin declaraciones. «Agora non teño palabras», dijo entrecortado. Tampoco las tenía Gabriel -hermano de Jesús Montoiro, otro de los condenados-, a quien también se le quebró la voz cuando intentó hablar sobre el estado de ánimo de Jesús: «Estamos desbordados, non estou para falar, e menos disto. ¿Como vai estar el, deixando a casa así, e sabendo a quen deixa; é moi duro». Otro familiar, además de emocionado, se mostraba derrotado: «Visto o visto, optimismo pouco», zanjó.
José de la Torre, compañero de trabajo de Simón y de su padre, estuvo con el joven el pasado domingo. «Estivemos falando, pero deste tema non. O pai e eu si que falamos, e mirabamos o xornal para ver. Agora están mal, e por dentro irá a procesión», se lamentaba.
A los condenados los acompañaron a Teixeiro centenares de amigos, vecinos, familiares y personas que quisieron solidarizarse. Hasta cuatro autobuses llenos y cerca de medio centenar de vehículos particulares.
El momento más duro fue, sin duda, la entrada en prisión. Lo hicieron arropados por sus familiares, y emocionados, pero el más joven de ellos, Simón Márquez, que tenía solo 20 años cuando ocurrieron los hechos, era el que estaba más afectado. Entró bañado en lágrimas y recibiendo los ánimos de los que allí estaban. Sus dos compañeros de prisión lo esperaron, y los tres ingresaron en Teixeiro.
Fuera se quedaron sus amigos y compañeros, que durante diez minutos ovacionaron a los tres de O Eixo. Entre los que se desplazaron a Teixeiro había varios miembros del BNG, como la edila Elvira Cienfuegos o el diputado Bieito Lobeira. También estaban representantes de la cultura o el teatro gallegos, como Miguel de Lira, que conoció a los tres condenados en la manifestación de solidaridad celebrada en Santiago. «Parecéronme sinceiros e creo que son inocentes. Penso que coa multa de 156.000 euros e os nove anos de proceso xudicial xa levan bastante pena cumprida».
El teniente de alcalde de Santiago, Néstor Rego, confía en que el Gobierno central resuelva pronto una petición de indulto que han tramitado y que, en la opinión del edil nacionalista, «é o máis razoable».