Uno de cada cuatro jóvenes que beben podría ser alcohólico en pocos años

GALICIA

Los especialistas alertan de un «silencio clínico» que en el futuro puede manifestar sus efectos en el organismo

27 oct 2007 . Actualizado a las 03:52 h.

Un 25% de los jóvenes que beben habitualmente alcohol presentan consumos de riesgo que pueden derivar en problemas de dependencia dentro de unos años, según manifestó Roberto Secades, psicólogo de la Universidad de Oviedo especializado en drogodependencias. En el congreso luso-galaico que reunió en Santiago a 300 expertos sobre toxicomanías se defendió que existe una situación de «silencio clínico» de los efectos del alcohol sobre la salud de los jóvenes, que puede manifestarse dentro de unos años en forma de problemas muy diversos en su organismo, por lo que consideran prioritario que se contribuya a minimizar esos riesgos. Además, la bebida genera otras situaciones conflictivas en los estudios, con la familia, o en las expectativas laborales.

César Pereiro, director del centro ACLAD de A Coruña, manifestó que entre los profesionales que asisten a toxicodependientes en Galicia había un apoyo muy amplio a la ley estatal que pretendía limitar el consumo de alcohol en menores y que no prosperó, por presiones de sectores que veían su eficacia y se sentían perjudicados. La nueva ley de drogas gallega que elabora Sanidade «incidirá neste tipo de problemas, segundo se nos anunciou», pero considera que más eficaz sería una como la estatal.

Roberto Secades insistió en que el botellón es una situación española, que no se ha trasladado aún a otros países. Lo hacen jóvenes entre 13 y 35 años, muchos de ellos universitarios, que no se caracterizan por pertenecer a grupos marginales o de riesgo. Las causas son por diversión, porque es fácil acceder al alcohol -por unos 6 euros compran bebida-, por su función socializadora y por considerar esta práctica como antecedente para el acceso posterior a pubs y locales nocturnos.

El precio regula el consumo, insisten, por lo que valoran que debería encarecerse, y prohibir la venta a partir de ciertas horas excepto en locales hosteleros.