Un escape del nitrógeno de las baterías pudo causar la explosión de la antena de telefonía de Vigo

E.?V.?P.

GALICIA

14 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Un escape de nitrógeno de las baterías que alimentaban la antena de telefonía móvil de Valadares, en Vigo, pudo haber acumulado gas y provocado una detonación que destruyó la caseta el pasado viernes. La causa accidental es la principal hipótesis que maneja la Policía Científica de Vigo después de que los agentes hallasen restos químicos de nitrógeno entre los escombros. El sabotaje vecinal o el atentado independentista con un artefacto explosivo no quedarán descartados hasta que un laboratorio de Madrid entregue el informe con el resultado del análisis químico.

Si la investigación concluyese que se trató de un accidente, los vecinos afectados plantean demandar a la propietaria de la antena, Vodafone, por la rotura de cristales y daños en sus enseres provocados por la onda expansiva.

La explosión no ha hecho sino avivar aún más las protestas de los vecinos contra dicha antena, que llevaba instalada un año en situación irregular y que estaba situada junto a varias casas y dos colegios. El pasado día 10, el BOE publicó un aviso en el que la empresa solicitaba permiso para su instalación. Aún quedaba pendiente el informe de Medio Ambiente.

Los vecinos denuncian que, debido a la clandestinidad de la instalación, la empresa se veía obligada a realizar reparaciones o ampliaciones durante la noche para no molestar a los residentes. Los técnicos colocaron las baterías como solución provisional porque, al carecer de licencia, no tenían suministro eléctrico de línea.

Nuevo peligro

El presidente de la asociación vecinal, Gregorio Álvarez, indicó ayer que la explosión demuestra que, además de los problemas para la salud a causa de las radiaciones, existen otros riesgos como las explosiones. «Eso demuestra los peligros de la antena; es una bomba junto a nuestras casas», dice Álvarez, quien recuerda que hace dos semanas los bomberos vigueses tuvieron que sofocar otro incendio en otra antena en Puxeiros.

Gregorio Álvarez descartó un acto de sabotaje. «No creo que ningún vecino fuese capaz de poner en riesgo su casa. Esta fue una explosión de armas tomar», indicó.