La Diputación de Lugo tendrá que pagar 866.885 euros (unos 144 millones de pesetas), más los intereses devengados, a un joven de 19 años que sufrió una tetraplejia como consecuencia de un accidente de circulación. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Lugo responsabiliza al organismo provincial, como titular de la vía, del choque contra el tronco de un árbol en mal estado, que cayó cinco minutos antes de que pasara Diego Moldes Soto al volante de su vehículo. El accidente ocurrió en el kilómetro 3 de la carretera de Vilamaior de Negral, en el municipio de Lugo, en abril del 2004, sobre las once y media de la noche.
El conductor sufrió una lesión medular completa, irreversible, que lo mantiene en una silla de ruedas y dependiente de terceras personas. El árbol, según la sentencia, cruzaba la carretera de lado a lado. Por los daños que sufrió el vehículo se deduce que éste se introdujo de forma progresiva debajo, debido a la insuficiente iluminación de la zona y la reducida visibilidad, limitada exclusivamente al propio alumbrado del turismo.
El juez reconoce, basándose en el informe de la Guardia Civil de Tráfico, que el choque se produjo sin que el conductor pudiera hacer ningún tipo de maniobra evasiva, ante la existencia de un tronco de grandes proporciones que ocupaba la totalidad de la vía, obstáculo que era imprevisible.
La sentencia apunta que la responsabilidad de la Diputación no emana del deber que tenía de retirar el árbol caído cinco minutos antes de que se produjera el accidente, sino de la responsabilidad del mantenimiento en buen estado de la carretera. Concluye que el capataz encargado tenía el deber de verificar el deficiente estado del árbol, al que le habían caído otras ramas, según varios testigos, y talarlo si se consideraba necesario. No resulta acreditado, añade, que el viento fuera tan fuerte como para derribar un árbol de 3.500 kilos.