Cacerolada vecinal ante el alcalde de A Coruña para pedir el fin del botellón

GALICIA

08 oct 2007 . Actualizado a las 12:28 h.

Las celebraciones de la festividad de la patrona de A Coruña, la Virgen del Rosario, se vieron ayer ensombrecidas por la cacerolada que realizaron los vecinos de la plaza de Azcárraga -situada en la Ciudad Vieja- para protestar por la celebración de botellones en dicha zona, y por la falta de iniciativas del gobierno municipal para acabar con este problema.

«A Cidade Vella está farta. Non ao botellón», «fuera, fuera» o «dimisión» fueron algunos de los gritos que se oyeron cuando los miembros de la comitiva municipal, encabezada por el alcalde, Javier Losada -y con la ausencia de los ediles del Bloque (compañeros en el gobierno bipartito coruñés)- cruzaron la plaza de Azcárraga para dirigirse hacia la iglesia de Santo Domingo, donde se iba a celebrar una misa en honor al Rosario. Sartenes, cacerolas, castañuelas, botellas o latas fueron algunos de los utensilios que utilizaron los más de doscientos vecinos de la zona, que siguieron a los miembros de la corporación municipal hasta su llegada al templo religioso.

Una vez allí, volvieron a pedir soluciones al botellón, y luego se marcharon sin hacer más ruido, «por respeto a los que están en misa».

Comprensión

Por su parte, Javier Losada, que durante la procesión mantuvo la sonrisa en todo momento a pesar de los abucheos, explicó que él comprendía a los vecinos de la plaza de Azcárraga, pero también argumentó que «el tema de la solución del botellón es de gran complejidad».

Por este motivo, no descartó que en los próximos días se reúna con las personas implicadas en este asunto, es decir, tanto vecinos como hosteleros para intentar llegar a una solución que satisfaga a todos.

Asimismo, recordó que la presencia policial en las calles para evitar la proliferación de botellódromos no solo se limita a la plaza de Azcárraga, como ocurrió el pasado jueves, cuando la presencia de varias dotaciones de agentes hizo que los jóvenes desistieran de instalarse en esta zona, y se fueron para la plaza del Humor. Por ello, Javier Losada dijo que estos dispositivos de vigilancia se extenderán a más entornos afectados por la celebración de estas fiestas juveniles nocturnas.

Nuevas medidas

El mandatario coruñés recordó que está en marcha un plan de choque para evitar la proliferación de botellones, y que, en las próximas semanas, se aplicarán nuevas medidas dentro de esta iniciativa, encaminadas a acabar con los problemas derivados de estas celebraciones irregulares que impiden descansar a los vecinos, al mismo tiempo que las calles quedan cubiertas de basura. Sin embargo, Javier Losada no quiso desvelar en qué consistirán estas soluciones, aunque a lo largo de la semana pasada ya había apuntado que, a lo mejor, era conveniente habilitar unas zonas específicas de la ciudad para convertirlas en botellódromos .