Cuatro tíos del acusado del crimen de Burgos creen que está implicado

GALICIA

29 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

El caso del triple crimen de Burgos ha vuelto a sufrir un nuevo e inesperado giro. Varios meses después de la detención de Rodrigo Barrio como presunto autor de los asesinatos de sus padres y su hermano pequeño, el joven ha dejado de contar con el apoyo de parte de la familia que hasta ahora había confiado en su inocencia.

Así, cuatro de los siete hermanos de Julia dos Ramos, madre de Rodrigo, han decidido hace tan solo unos días personarse en el caso como acusación particular porque ya no están tan seguros de que el chico, de 19 años, no tuviese nada que ver en los asesinatos.

Mucho han cambiado las cosas para que parte de la familia Dos Ramos, residente en la localidad ourensana de Queirugás, haya decidido acusar a su sobrino de estar implicado en la muerte tanto de Julia como de su marido, Salvador Barrio, y del hijo de ambos, Álvaro, de 12 años. Para ellos resulta incomprensible y sospechoso que Rodrigo no haya podido justificar algunos de los indicios que existen en su contra y que forman parte del sumario en el que se sostiene la acusación contra el chico. «En este caso hay indicios, circunstancias que incriminan a Rodrigo y él no ha sabido explicárselas a su familia, por eso vamos a intentar que haya un juicio y se ventile todo lo que hay», aseguraba ayer el letrado que va a ejercer la acusación particular en representación de la familia Dos Ramos, Alfonso Taboada.

El letrado, que reconoce que la decisión tomada por Remedios, Benito, Teresa y Concepción no ha sido «nada fácil», mantiene que su intención es que se pueda saber toda la verdad sobre el caso. Una postura que no comparte, en absoluto, el resto de la familia. Así, los otros tres tíos maternos de Rodrigo y su propia abuela siguen creyendo en su inocencia, y de hecho, el joven -que tras su puesta en libertad del pasado junio fue acogido por Remedios- se ha marchado a vivir hace algunos días con uno de estos otros familiares.

Entró en el piso

Una de las cuestiones que más inquieta a la familia es el hecho de que Rodrigo no haya reconocido que entró en el piso de su familia después de los asesinatos. «Sabemos que fue él porque nadie más sabía dónde estaba guardado un paquete de tabaco que desapareció», asegura Taboada, quien recuerda también que el joven ni siquiera ha admitido que tuviese las llaves del domicilio familiar.

Ante estas circunstancias, la acusación particular ejercida por estos cuatro familiares quiere que la Fiscalía de Menores de Burgos mantenga las acusaciones para que pueda haber juicio. Por el momento, esta parte ya ha solicitado que se realicen nuevas pruebas mientras esperan a que a Rodrigo se le practique un examen psiquiátrico.