La Guardia Civil investiga las causas de la avería que dejó fuera de servicio durante varios días el complejo eólico de la sierra de O Faro, situado entre el municipio lucense de Chantada y el pontevedrés de Rodeiro. Un cortocircuito en la subestación que da servicio al parque hizo caer todo el sistema y paró todos los aerogeneradores de este complejo, formado técnicamente por cuatro parques distintos, pero muy próximos entre sí. La empresa Enerfín, la propietaria de las instalaciones, cree que el cortocircuito fue provocado por un disparo.
La avería se produjo el pasado día 19 y hasta ayer por la tarde el parque no ha vuelto a funcionar con normalidad. En un primer momento, fue necesario desconectar los aerogeneradores durante 36 horas, el tiempo que necesitaron los técnicos para localizar el origen del cortocircuito y sustituir el material estropeado. Sin embargo, poco después de restablecer la actividad el parque volvió a fallar en una segunda avería que la empresa considera una consecuencia de la primera. Enerfín está haciendo aún la valoración del dinero que dejó de facturar a consecuencia de estos nueve días de parón. En una estimación de urgencia, calculan que las pérdidas pueden ascender a 150.000 euros.
Si la empresa sospecha que la avería del día 19 fue provocada por un tiro es porque el aislante de plástico que cubre la terminal de media tensión en la que se produjo el cortocircuito presentaba un orificio circular que parece compatible con el que causaría un proyectil disparado con un arma de fuego.
La pieza agujereada fue enviada a un laboratorio de la Guardia Civil en Madrid, para que los investigadores de este cuerpo policial determinen si fue causado o no por un disparo.
Pintadas y destrozos
Por otro lado, representantes de las empresas del sector desvelaron ayer que algunos parques eólicos sufrieron en las últimas semanas destrozos en sus centros de control y que en otros aparecieron pintadas reivindicativas. En este último caso se encuentra precisamente el parque de la sierra de O Faro, en la que personas desconocidas escribieron con pintura la frase «eólicas fóra» en dos miradores. Pintadas similares aparecieron también en el parque de Eurovento en la sierra de O ?Suído. Pero los daños más graves se produjeron en las centrales eólicas de Unión Fenosa en la sierras de Careón y Cova da Serpe, donde personas desconocidas entraron en los centros de control y rompieron diferentes equipos.
Las empresas apuntan la posibilidad de que estos últimos hechos puedan estar supuestamente relacionados con la campaña de caminatas reivindicativas que tiene en marcha un colectivo denominado Agrupación de Montaña Aguas Limpas para denunciar la proliferación de parques eólicos en lugares de interés paisajístico y ecológico.