Poemas de amor sobre el asfalto

Chechu López

GALICIA

Más de cuarenta composiciones líricas llenan un tramo de medio kilómetro de la carretera de subida hacia A Curota

27 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

«Quién no haría lo imposible por entrar otra vez en el paraíso de tus senos y ahí tranquilo esperar a la muerte». Estos peculiares versos forman parte de una de las más de cuarenta inéditas composiciones poéticas que un enigmático enamorado ha escrito sobre la carretera de subida al monte de A Curota (A Pobra). Los que visitan desde hace meses el lugar del Curro das Canizadas se han encontrado una sorpresa en forma de literatura urbana: decenas de poemas firmados a mano en la carretera por un hombre que relata en estos escritos la angustia vital que atraviesa por la ausencia de su amada.

El asfalto, un entorno bucólico plagado de frondosos bosques y una naturaleza casi virgen parecen ser la inspiración de un anónimo poeta cuya identidad ha despertado la curiosidad de numerosos visitantes. El tiempo o la distancia con su enamorada son dos de los temas más recurrentes de los versos, que se despliegan en un tramo de 500 metros de la citada carretera.

Algunos curiosos que se detuvieron a leer los emotivos versos los compararon con los que un colegial le deja con timidez a su compañera sobre el pupitre. Otros los ven como el trabajo de un autodidacta que quiere dar rienda suelta a sus incipientes gustos literarios.

Sencillez

Lo que sí es cierto es que la sencillez y claridad de sus mensajes no pasan desapercibidos, y que su deseo fue que nadie lo viera cuando hizo públicas sus confidencias.

Las quinielas por conocer la identidad del artista y amante no correspondido no han hecho más que empezar. Pero todo hace pensar que mientras el susodicho no dé un paso adelante, su fama permanecerá oculta, como sucedió con casos similares en la última década, en la que también aparecieron originales poemas en viales y muros de Ribeira. Solo el paso del tiempo consiguió que se esfumasen los mensajes con los que su creador ha querido dejar su sincera impronta, lo que también sucederá con los versos de A Curota del misterioso prendado.