Al menos cinco buques, tres de Salvamento Marítimo y dos de la Armada, han sido movilizados durante los dos últimos días para neutralizar una mina que el pasado martes apareció a la deriva frente a la costa asturiana. Cuando el fuerte oleaje lo permitió, buzos de la Armada la neutralizaron explosionándola, con lo cual ya ha dejado de constituir un peligro para la navegación.
Se la denomina mina de orinque porque se amarra con un cabo, habitualmente para mantenerla fondeada. Su procedencia no ha trascendido, aunque podría ser una de las empleadas en la Guerra Civil española o durante la Segunda Guerra Mundial.
Neutralizarla requirió un amplio despliegue. Todo comenzó el martes, cuando fue lanzada la voz de alerta dando cuenta de la localización de una mina a la altura de la localidad asturiana de Tapia. Soplaban vientos del nordeste con fuertes rachas y, como primera medida, se decidió movilizar la lancha de Salvamento Marítimo Salvamar Capella , con base en la localidad asturiana de Luarca, para custodiar el artefacto explosivo y evitar que ningún navegante se acercase.
Paralelamente, se movilizó la patrullera de la Armada Bergantín , que se acercó al lugar de la costa gallega hacia el que había derivado pero no pudo hacer nada debido al fuerte oleaje. Tras varias horas, la Salvamar Capella era relevada en la custodia por la Salvamar Shaula , con base en la localidad coruñesa de Cariño. Al mismo tiempo, la Armada enviaba al patrullero Atalaya , de mayor porte que el anterior, para intentar hacerse cargo de la mina. Tampoco lo logró, otra vez por la fuerte marejada del noroeste.
A quince millas de Ribadeo
Con la mina ya frente a la costa gallega, a quince millas de Ribadeo, la Salvamar Sargadelos , con base en el puerto lucense de Burela, relevó en la custodia a la Salvamar Shaula . Mientras tanto, las dos patrulleras de la Armada se guarecían en la ría de Viveiro, frente a las playas de Area y Covas.
Finalmente, ayer la patrullera Atalaya logró acercarse a la mina. A bordo llevaba un equipo de buceadores expertos en desactivación de explosivos. Apoyados por una de las lanchas de Salvamento Marítimo, le colocaron cargas explosivas y, posteriormente, las detonaron, eliminando un artefacto que constituía un peligro para la navegación.