Los sindicatos ACAIP y CSIF alertan de la inseguridad y la tensión que se vive en la prisión pontevedresa
02 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.Los sindicatos ACAIP y CSI-CSIF alertaron ayer de los déficits de seguridad en la prisión de A Lama después de que un recluso marroquí apuñalase el viernes a un funcionario, que salvó la vida de milagro, según médicos que le atendieron.
La agresión se produjo minutos antes de las cinco de la tarde en el patio del módulo tres, momento en el que A.?H. se acercó a la víctima por detrás y le clavó en el costado un palo de escoba de madera afilado. Acto seguido, y sin que el funcionario tuviese tiempo de reaccionar, el preso se abrazó al empleado público y le asestó una segunda puñalada, esta vez a la altura del corazón, según trascendió ayer.
El funcionario, sangrando, consiguió zafarse de su agresor y empezó a correr buscando refugio, al tiempo que compañeros del lesionado salían al patio. El interno árabe fue interceptado en el rastrillo de la zona de control y seguridad del módulo penitenciario, instante en el que se le escuchó decir algo así como: «Tuviste suerte de que no tuviera un pincho de metal, porque sino te mataba». Tenía razón. El funcionario fue atendido en la enfermería del penal pontevedrés, donde los facultativos comprobaron que, al ser el arma utilizada de madera, ésta no había causado heridas de mucha profundidad en el lesionado. De hecho, en principio no fue trasladado a ningún centro sanitario.
La agresión tuvo sus repercusiones minutos después. Tras el apuñalamiento, la situación en el módulo tres se complicó. Un segundo interno, muy alterado, hizo ademán de intentar cortar con una cuchilla a otro funcionario. La situación no fue a más dado que el preso fue reducido por los propios empleados.
Asimismo, se optó por cambiar al módulo once al cabecilla del módulo tres, del que hay quien sospecha que pudo valerse de A.?H. como brazo ejecutor. Las fuentes consultadas señalaron que en la sección once del penal de A Lama tuvo que ocurrir algo, ya que este interno, al igual que los otros dos implicados en los incidentes, fueron conducidos a aislamiento, donde permanecieron todo el día.
Control del módulo
A pesar de que A.?H., que está en prisión por un robo con violencia, no es considerado como islamista, supuestamente no es de los reclusos que ofrecen un buen comportamiento. En este punto, las centrales apuntaron a que en su módulo hay una fuerte presencia de presos radicales islámicos. «Son mayoría y controlan el módulo».
Los dos sindicatos citados, si bien no se explican las causas del apuñalamiento, alertaron sobre la tensión y la inseguridad en la que se encuentra la plantilla de la cárcel. Una situación que se agravaría por la masificación en la que se halla el penal de A Lama y por la falta de personal: «Sólo había dos funcionarios para unos 126 o 130 presos».
Tanto desde ACAIP como desde CSI-CSIF se apuntó que, al crearse los diferentes módulos terapéuticos y convivenciales, la dirección del centro penitenciario ha realizado una especie de selección. De este modo, los reclusos aptos para seguir una terapia rehabilitadora van a estas dependencias, con lo que los restantes módulos albergan a aquellos presos conflictivos o que no son aptos para seguir un programa educativo: «Se junta lo peor. La prisión se está vendiendo como que es una maravilla con esos módulos terapéuticos, que están muy bien, pero se oculta y no se dice que el resto están en condiciones horribles».
Además, criticaron que muchos sucesos se dejan sin castigo. Precisaron que hace unas semanas, un recluso retuvo a una funcionaria y le retorció el brazo, pero «ni siquiera pidieron el primer grado [implica restricciones en los derechos y lo cataloga como violento o conflictivo] para el interno».