vigo | La policía de la localidad italiana de Rávena ha abierto una investigación para conocer las causas que provocaron el accidente de tráfico en el que murieron, el pasado domingo, dos vigueses y otro más quedó gravemente herido. La línea de actuación policial se centra en el estado de la caravana, que era de alquiler.
La policía quiere conocer por qué se produjo un hecho tan poco habitual como es el desprendimiento de una caravana de su vehículo tractor. Las posibilidades oscilan entre la falta de pericia de la conductora del automóvil, que acababa de alquilar este vehículo, y que las condiciones en las que estaba la caravana no fuesen las adecuadas para su salida a las carreteras. Un hecho o el otro puede decidir quién ha tenido la responsabilidad de este luctuoso accidente.
Por otro lado, el vigués José Alejandro Míguez Montero, único superviviente del accidente de tráfico, continuaba ayer tarde en estado de coma, según indicó la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Estable dentro de la gravedad
José Alejandro Míguez, de 34 años de edad, se encuentra en «situación estable dentro de la gravedad» en el hospital Buffalini, de Cesena, a pocos kilómetros de la ciudad de Rávena, en el noroeste de Italia. La prensa local de la localidad adriática indicaba un pronóstico reservado por «traumatismo craneal súbito».
En el accidente murió en el acto Ricardo Pérez Valverde, de 40 años, que conducía una de las motos, mientras Sonia Bouza Rodríguez, de 36, que iba con Míguez, falleció el pasado lunes.
Los tres circulaban por una carretera estatal en las proximidades de Rávena cuando se produjo el impacto contra una caravana que se desenganchó del vehículo que la transportaba, según una primera reconstrucción de los hechos. Se da la circunstancia de que se conjugaron todas las adversidades posibles para este trío de vigueses. No sólo se produjo el accidente durante un viaje de placer en el extranjero, sino que el impacto se da contra una caravana que se suelta de su automóvil tractor.
Los jóvenes habían preparado minuciosamente un viaje de placer por la costa oriental italiana en sendas motocicletas de la marca alemana BMW, una de ellas un modelo histórico.