Un arquitecto técnico ferrolano diseña su reforma en sala polivalente
08 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Mateo Bruquetas Fonticoba, un joven ferrolano de 26 años que acaba de terminar los estudios de Arquitectura Técnica en la Universidade da Coruña, quería que su proyecto fin de carrera tuviese algo especial, que no fuese un ejercicio académico más. Le apetecía que estuviese ligado a su ciudad. Así que buscó un edificio emblemático de la urbe que necesitase una rehabilitación. Y entonces tropezó con el cine Avenida, propiedad de los herederos de Alberto Fernández y Antonio Veiga. «Un lugar impresionante tanto desde el punto de vista estético como en el aspecto funcional», comenta. Pero llevarlo a cabo no fue una tarea sencilla, porque apenas existían planos del inmueble. Sin embargo, el esfuerzo mereció la pena. Consiguió un 9,5 de calificación.
El proyecto elaborado por Mateo Bruquetas plantea la posibilidad de transformar el Avenida en una sala multifuncional, con un aforo estimado de 600 personas, donde se podrían albergar exposiciones, conciertos y representaciones teatrales e incluso contaría con un estudio musical para la grabación y edición. «El motivo de que busque la transformación en un recinto polivalente es que su gestión es económicamente más viable», explica el arquitecto, quien agrega: «Cuántos más días al año esté abierto y cuántos más espectáculos pueda acoger, sus posibilidades de éxito en el mercado cultural también se incrementan».
Levantamiento de planos
El primer escollo al que se tuvo que enfrentar a la hora de realizar este trabajo fue el levantamiento de planos del edificio. «Sobre todo, -recalca- era necesario documentar los elementos catalogados como las molduras de escayola (entre los que se encuentran rosetones y cornisas) y la carpintería». «Ahora, -indica- si fuese necesario reconstruir alguno de estos elementos, con sus características originales, ya sería posible».
Después de conseguir el levantamiento de los planos, comenzó el diseño de la rehabilitación. «La catalogación que tiene el edificio limita bastante las posibilidades de intervención», apunta Bruquetas Fonticoba, quien agrega: «El supuesto del que partí es la utilización de diferentes sistemas constructivos para lograr unas instalaciones polivalentes».
En este sentido, el proyecto contempla la instalación de una tecnología que permite ocultar las butacas en el suelo de la platea. De esta forma, el recinto se convertiría en un lugar perfecto para albergar un concierto o una exposición, mientras que con los asientos levantados quedaría adaptado a la representación de obras de teatro o a la proyección de películas.
Además, el escenario contaría con una plataforma elevadora que serviría tanto de montacargas para llevar las mercancías a un almacén que se ubicaría justo debajo como para que un artista apareciese en escena directamente desde los camerinos, que también estarían en la planta más baja del cine.
La inversión
En lo que se refiere al apartado económico, el proyecto refleja que para que el Avenida, el emblemático cine obra del arquitecto Nemesio López y que se cerró al público en el 2001, volviese a cobrar vida «sería necesario invertir aproximadamente 870.000 euros». «Es una cantidad razonable y, sobre todo, si pensamos que la obra la puedan promover organismos como fundaciones culturales o una administración», destaca el creador del proyecto, quien añade: «En lo que se refiere a características técnicas, la sala no tendría nada que envidiar a otras de prestigio internacional como la Apolo de Barcelona».
Casi una década después de que se cerrase el cine Avenida nacía en Internet un grupo para evitar que el mítico edificio de la calle Dolores se perdiese en el olvido, para que no fuese una parte de más del pasado de Ferrol, para que, en definitiva, su nombre no se difuminase en el presente. En concreto, la plataforma «Por la recuperación del cien Avenida de Ferrol» surgía en la red social Facebook y desde que comenzó su camino ya ha encontrado casi mil adhesiones. Un millar de ferrolanos que piden que «no se deje caer esta sala como ocurrió con las del resto de la ciudad». «¡Hagamos piña!... ¡Qué vuelva el Avenida!», es el lema que puso en marcha esta iniciativa.